El borrador de la constitución del DF que propondrá Miguel Ángel Mancera contiene revocación de mandato para Jefe de Gobierno y alcaldes, pero la manera en la que la redactaron hace que sea letra muerta y sólo esté de adorno, ya que en la práctica no servirá para nada.
Me explico:
De acuerdo con el borrador de la propuesta de constitución del DF, dado a conocer por El Universal el 23 de agosto pasado, se podrá pedir referendo revocatorio de mandato a partir de la segunda mitad del mandato del jefe de gobierno. Es decir, tres años después.
Suena bien. Sólo que hay un problema: Para que sea válida la revocación del mandato por medio de referendo, deberán votar en el referendo por lo menos la misma cantidad de votantes que votaron para elegir al Jefe de Gobierno. Que por que si no, alega el gobierno de Mancera, entonces se podría usar la revocación de mandato como venganza política.
Lo cual francamente es tramposo, ya que en elección intermedia NUNCA vota la misma cantidad de gente que vota en elección presidencial. Siempre votan menos.
No sólo eso; si cualquier partido hace campaña para que sus simpatizantes no voten en el referendo revocatorio, unclusive si votaran todos los que votaron en la elección presidencial por los demás partidos, faltarían votos.
Para que se den una idea de la burla que es esa ley de revocación de mandato, consideramos lo siguiente:
Supongamos que gana en 2018 la jefatura de gobierno del DF Ricardo Monreal o Alejandra Barrales, o Chertorivski. Es decir, los candidatos más impresentables en la izquierda.
Supongamos que un año o dos más tarde el DF es un desastre y a los capitalinos ya les urge quitar al Jefe de Gobierno. Bien. Se hace referendo.
Si quedó Monreal, lo único que tiene que hacer Morena es decirle a sus simpatizantes que no voten en el referendo y aunque el resto de los electores votaran por la salida de Monreal, no se lograrían los votos suficientes para quitarle el cargo.
Lo mismo si fuera Barrales; el PRD da línea a sus militantes para no votar y asunto arreglado.
Y lo mismo con los nuevos "Alcaldes", antes Jefes Delegacionales. En Benito Juárez, por ejemplo, el cacique panista Jorge Romero impondría a otro de sus achichincles (probablemente a Mendoza, su achichincle en la ALDF) y en año y medio la gente ya se hartó de sus cochinadas. Con que el PAN le diga a sus electores que no voten, Mendoza salvaría el pellejo.
Y etc, etc. Nadie podría sacar de Cuajimalpa al PRI, nadie podría sacar de Miguel Hidalgo o de Benito Juárez al PAN, y nadie podría sacar al PRD o a Morena del resto del DF.
¿Para qué chingados tener entonces una ley de revocación de mandato si en los hechos es letra muerta?
Para que de verdad funcione una ley de revocación de mandato, ésta debe basarse en mayoría simple. Si gana el PRD, pero a 3 años no convence, pues pierde la Jefatura de Gobierno. ¿Quién ganaría? Probablemente Morena. Y viceversa. Morena no tiene el 50% del voto en el DF y de ganar en 2018 se le podría revocar el mandato sin mayor problema en 2021. ¿Quién quedaría? Pues el PRD, ya que ni el PAN ni el PRI tienen los votos para obtener una mayoría simple.
Sólo de esa forma se podrá obligar tanto a Morena como al PRD a no descuidar a la Ciudad de México y a no andar con chingaderas o atenerse a las consecuencias. O al PAN y al PRI en las delegaciones.
Si no, la constitución de Mancera será una mera simulación que, OJO, podrá ser cambiada en la ALDF sin mayor problema en relativamente poco tiempo.
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