Querido Diario,
Hoy amanecimos con la noticia que nuestro Señor Jesucristo había regresado a la tierra y que la Universidad de Jarvar le ofrecería un ambigú. Francamente no entiendo por qué Chucho quiere recibir honores de una universidad protestante que empezó como seminario de pastores. Le pregunte a Felipe sobre ello y mi marido me respondió:
--Carajos, mujer pues por la misma razón por la que yo estoy aquí, pagan rete bien.
No tenía caso seguir preguntándole porque ya era después de las diez y Felipe ya estaba borracho. El caso es que luego luego los del EMP lograron que nos invitaran (los ojetes de Jarvar ni se habían acordado de nosotros).
El EMP luego manguereo a Felipe y le dio talquito para bajarle la peda y logramos entrar. Nuestro Señor Jesucristo se apersono rete chavo y tenía un peste a mota que no podía aguantarse y traía los ojos todos pelones. Nos dijo entonces lo que interpreto como una parábola: --Éntrale, hija, que yo no os aventare la primera piedra. Alcance a darle una chupada al carrujo pero no más. Felipe si fue el que chupo el carrujo como si fuera Fox al grado que nuestro Señor Jesucristo se lo tuvo que quitar. --Carajo, no seáis tan goloso que vino lo puedo multiplicar pero no esta hierba.
El problema es que Felipe, ya ven que extraña a Mouriño, quiso entonces besar a Jesús, el cual le dio un sopapo y le dijo:
--¡Apartaos, demonio enano, que no soy de esos y el ultimo cabrón que me beso me entrego a los putos romanos!
Queriendo calmar las aguas, yo le presente a Jesús un regalito. Se trataba de una hermosa cruz de madera tallada por artesanos de Cotija. Le explique a Jesús que el santo Padre Maciel la había tocado en vida. Pero sucedió lo peor pues Jesús se puso todo colorado y se encabrono y nos empezó a echar cacayacas.
--¡Como carajos creéis que me voy a alegrar que me regaléis otra puta cruz! ¡Meteos esa cruz por el culo, par de imbéciles! ¡En lo que resta de la eternidad no quiero ver otra puta cruz! ¡Y de seguro esa chingadera ha de estar toda pegosteosa si la toco Marcial Maciel!
Acto seguido los de seguridad nos sacaron a empellones y regresamos muy a huevo a la casa pues la limusina todavía no llegaba y tuvimos que irnos en el subway. A Felipe los negros le robaron la cartera y a mí el crucifijo además que me hacían insinuaciones obscenas y hasta se sacaban el racimote para ofrecérmelo. Y
De plano, no quiero saber más de ese tal Jesús que seguro es un maldito comunista ateo. Lo que si guarde el número de uno de los negros, Cletus, el cual tenía un racimote que me impresiono.
Meargarrita
Boston, EEUU
El EMP luego manguereo a Felipe y le dio talquito para bajarle la peda y logramos entrar. Nuestro Señor Jesucristo se apersono rete chavo y tenía un peste a mota que no podía aguantarse y traía los ojos todos pelones. Nos dijo entonces lo que interpreto como una parábola: --Éntrale, hija, que yo no os aventare la primera piedra. Alcance a darle una chupada al carrujo pero no más. Felipe si fue el que chupo el carrujo como si fuera Fox al grado que nuestro Señor Jesucristo se lo tuvo que quitar. --Carajo, no seáis tan goloso que vino lo puedo multiplicar pero no esta hierba.
--¡Apartaos, demonio enano, que no soy de esos y el ultimo cabrón que me beso me entrego a los putos romanos!
Queriendo calmar las aguas, yo le presente a Jesús un regalito. Se trataba de una hermosa cruz de madera tallada por artesanos de Cotija. Le explique a Jesús que el santo Padre Maciel la había tocado en vida. Pero sucedió lo peor pues Jesús se puso todo colorado y se encabrono y nos empezó a echar cacayacas.
--¡Como carajos creéis que me voy a alegrar que me regaléis otra puta cruz! ¡Meteos esa cruz por el culo, par de imbéciles! ¡En lo que resta de la eternidad no quiero ver otra puta cruz! ¡Y de seguro esa chingadera ha de estar toda pegosteosa si la toco Marcial Maciel!
Acto seguido los de seguridad nos sacaron a empellones y regresamos muy a huevo a la casa pues la limusina todavía no llegaba y tuvimos que irnos en el subway. A Felipe los negros le robaron la cartera y a mí el crucifijo además que me hacían insinuaciones obscenas y hasta se sacaban el racimote para ofrecérmelo. Y
De plano, no quiero saber más de ese tal Jesús que seguro es un maldito comunista ateo. Lo que si guarde el número de uno de los negros, Cletus, el cual tenía un racimote que me impresiono.
Meargarrita
Boston, EEUU
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