Nadamás que eso es un engaño, ya que desde antes de la 3 de 3 ya existía en la ley la figura de la inhabilitación para participar en licitaciones del gobierno, pero eso nunca impidió que empresas participaran en actos de corrupción.
La realidad es que a los empresarios no les gustó la 3 de 3 para empresas porque saben que salen mal parados, ya que, para empezar, tendrían que declarar cuánto ganaron y cuánto pagaron de impuestos, lo cual pondría en evidencia que no pagan impuestos.
En segundo lugar, obviamente serían públicos los conflictos de intereses de las grandes empresas con el PRI y con el PAN.
Esa es la verdadera razón por la cual los empresarios respingaron por la 3 de 3 para empresarios. No porque obligara a todos sus empleados a hacer la 3 de 3, lo cual, por cierto, no sería complicado si consideramos que quien licita es sólo la persona moral.
Es más; los empresarios pudieron haber hecho una propuesta más sencilla para ley 3 de 3 para empresarios: que sólo la empresa y sus accionistas, socios, y directivos más altos presenten declaración 3 de 3.
Pero no; lo que quisieron fue derogarla. Porque así las empresas podrán seguir disfrutando de la corrupción que tanto el PRI como el PAN les ha permitido durante décadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario