El miércoles 15 de junio se dio a conocer una carta de Andrés Manuel López Obrador a la opinión pública en la cual pretende justificar el que esté apoyando a la CNTE a pesar de que sus dirigentes fueron detenidos acusados de lavado de dinero.
Fue un error de AMLO ponerse del lado de la CNTE cuando sus estrategias no logran nada simplemente por una cuestión electorera -que AMLO niega, pero al negarlo miente. Sin embargo, eso no es lo más grave de la carta.
Lo verdaderamente grave de la carta no es tampoco que AMLO haya presentado evidencia para responder a las acusaciones de lavado contra los dirigentes de la CNTE. No. Nada de eso es lo más grave. Lo más grave es esto que cito textual de la carta:
Sabemos que la propaganda de los poderosos podrá desorientar y desinformar a muchos pero no podrá engañar a todos y no vamos a caer en el chantaje de que portarse bien es no protestar ante la injusticia y el oprobio. Nuestro movimiento no es electorero; no haremos cosas para quedar bien con las televisoras ni con los otros medios que han estado participando en el linchamiento de los maestros. Frente a la defensa de principios, no haremos lo "políticamente correcto" ni nos interesa conseguir los votos de quienes han sido "intoxicados" por la campaña oficial en contra del movimiento magisterial.
Para empezar es falso que su movimiento no es electorero. Morena es un partido político que busca votos y, de hecho, el 12 de junio AMLO presumió en el Hemiciclo a Juárez haber obtenido 700 mil votos más que en en 2015. ¿No que no era electorero?
Y segundo, lo verdaderamente grave es lo que dice al final: que no le interesan los votos de los que fueron "intoxicados" por la propaganda de la derecha.
Esos "intoxicados" son el voto útil que le podría ayudar a AMLO a ganar las elecciones en 2018. Decir que no le interesan esos votos es darse un tiro en el pie y admitir desde ahora que por tercera vez no va a ganar las elecciones.
Peor: Al decir que están "intoxicados" y darse por vencido para "desintoxicarlos", AMLO admite que Morena no tiene extrategia contra la derecha en 2018 y que, por lo tanto, no espera ganar la presidencia por tercera vez.
¿Cómo carajos pretende entonces Andrés Manuel que crezca su magro 26% de preferencia electoral, técnicamente empatado con el 21% de Margarita Zavala, si desdeña al voto útil y al voto de la gente a la que Morena no ha sabido -y ahora no quiere- convencer?
Eso lo que quiere decir es que Andrés Manuel está engañando a sus seguidores con esparanzas falsas de ganar la presidencia en 2018, presumiento que Morena creció en 2016 ¡al tercer lugar! cuando él mismo se auto-sabotea.
Lo más triste de esto es que los fans de Morena no se quieran dar cuenta de que los están pastoreando, haciéndoles creer que ganarán cuando ni Andrés Manuel quiere ganar en serio.
La única manera en la que la izquierda podrá garantizar el triunfo de AMLO en 2018 será obligándolo a hacer alianza con el PRD, para poder tener a su favor el voto útil que ahora desdeña.
De no hacerlo, se arriesgan a que el PAN y Felipe Calderón regresen al poder en 2018. De eso los únicos responsables serán AMLO y sus fans por haber desdeñado el voto útil y por no haber querido hacer alianza con el PRD.
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