El 14 de diciembre pasado el diario Reforma publicó que 3 mil 719 maestros que se negaron a someterse a las evaluaciones de la reforma educativa estaban en riesgo de ser despedidos. No porque no pudieran dar clases (si no pudieran no estarían en su cargo, ya que para eso pasaron estudiaron 4 años la Normal y pasaron un examen final), sino porque se negaron a someterse al gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto.
Ese mismo 14 de diciembre, El Universal publicó un artículo en el cual especialistas señalan que los libros de texto gratuito que distribuye la SEP promueven el racismo, pero la reforma educativa de Peña Nieto no cambió el contenido de los libros de texto.
El artículo incluye la siguiente cita en referencia a los cambios de contenidos que han tenido los libros de texto gratuito:
La última (reforma a los libros de texto) -la primera con un gobierno panista- inició con Fox y concluyó con Calderón.
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Los mexicanos que aparecen en los LTG en la gestión de Calderón son mayores de 18 años, la ciudadanía se vuelve un tema legal, además de que estos mexicanos "se han blanqueado al máximo, no se ve el mestizaje." El Himno Nacional incluso se folcloriza cantado por mariachis o se caricaturiza.
En otras palabras, los libros de texto que hizo la administración de Felipe Calerón promueven el racismo, pero la administración de Enrique Peña Nieto no los ha querido cambiar. Lo único que les cambió, señala el artículo, fueron los errores ortográficos que les encontraron a principios del sexenio.
Peor: la reforma educativa de Peña Nieto se aprobó MESES antes de que se dieran a conocer los errores ortogáficos. Eso quiere decir que la supuesta reforma educativa jamás consideró ni de casualidad cambiar el contenido de los materiales educativos a pesar de que claramente contenían errores ortográficos y hasta racismo.
Los maestros más afectados por la reforma educativa, por si fuera poco, son precisamente los que tienen la enorme tarea de enseñar a leer y escribir a niños indígenas que en varios casos nisiquiera hablan español en las zonas más pobres del país.
Pero esos niños no existen en los libros de texto de Enrique Peña Nieto. Como se señaló, los mexicanos que aparecen en los libros de texto de la SEP con Calderón y con Peña Nieto se blanquearon. Se minimizó el mestizaje. Y si minimizaron el mestizaje, más van a minimizar a los niños indígenas.
Este tipo de racismo no se ve nisiquiera en Estados Unidos donde el racismo es tema de todos los días. Aunque sea para guardar las apariencias, el gobierno federal de Estados Unidos, así como diversas industrias, promueven la imagen del multiculturalismo y la integración de personas de diferentes razas y culturas.
Lo digo en serio: Vea usted a varios comerciales y anuncios en los medios en Estados Unidos y verá que hay gente de distintos colores.
Vaya, Campbell's hizo un comercial con una pareja gay dándole de comer a su hijo.
Pero en México vea usted la televisión, vea una revista, o vea los anuncios espectaculares, y el común denominador es gente anglosajona, de preferencia güeritos, particularmente en los anuncios de tiendas como Palacio de Hierro, la cual tiene algunos de los anuncios más racistas del país, donde gente con razgos indígenas y color de piel oscura simple y sencillamente no aparece.
Pero en vez de sancionar a ese racismo, el gobierno priista de Enrique Peña Nieto sanciona a los maestros que se niegan a obedecer al gobierno priísta, el cual además promueve el racismo en los libros de texto que antes sólo se veía en la tele.
Por eso precisamente es que ni el PRI ni el PAN deben regresar al gobierno federal JAMÁS. Y eso sólo se logrará con un gobierno de izquierda.
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