El sábado 16 de abril de 2016 el diario The New York Times publicó un artículo en el cual reveló que el gobierno de Arabia Saudita amenazó con medidas económicas contra Estados Unidos si el congreso de EU aprobaba una ley que permitiría demandar a cualquier gobierno que hubiera estado involucrado en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Esto debido a que varias víctimas de ese atentado han tratado de demandar al gobierno de Arabia, acusándolos de haber participado en los hechos del 9-11.
Una ley de Estados Unidos de 1976 le da inmunidad a las acciones de los gobiernos extranjeros en Estados Unidos, pero esta nueva ley crearía una excepción para retirarle la inmunidad a los gobiernos que hayan participado en ataques terroristas en Estados Unidos.
La ley no tiene dedicatoria específica para ningún país. Está enfocada a cualquier país cuyo gobierno haya participado en acciones terroristas en territorio americano.
Pero Arabia Saudita brincó en cuanto supo que existía una posibilidad muy fuerte de que la ley fuera aprobada con el respaldo tanto de Republicanos como de Demócratas en el congreso norteamericano.
El artículo del New York Times indica que el gobierno de Arabia, el cual es una dictadura, amenazó con vender bonos del tesoro norteamericano y otras propiedades relacionadas con Estados Unidos con un valor de alrededor de 750 mil millones de dólares, lo cual significaría un duro golpe a la economía de Estados Unidos.
Lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿Y por qué está reaccionando de esta forma Arabia Saudita contra la ley que quieren aprobar en EU para fincarle responsabilidades a gobiernos que hayan participado en actos terroristas en territorio americano?
Al reaccionar de esa manera, lo que el gobierno de Arabia Saudita está haciendo en realidad es admitir de manera implícita que su gobierno sí tuvo que ver con los atentados del 11 de septiembre.
Debemos recordar una cosa: Osama Bin Landen no era de Afganistán, ni de Pakistán, ni de Irak; era de Arabia Saudita. Su familia es una de las familias más ricas de Arabia. Y lo primero que hizo el gobierno de George W Bush luego de los atentados del 11 de septiembre fue sacar del país a la familia Bin Laden para protegerlos.
¿Por qué? Pues porque el gobierno de Arabia siempre ha sido aliado de Estados Unidos... para hacer negocios.
De hecho, la administración de Barack Obama ha hecho todo lo que podido para impedir que la ley que tanto molesta a Arabia sea aprobada.
Pero el congreso de EU la quiere aprobar de todos modos.
¿Por qué? Porque la comisión investigadora de los atentados del 9-11 dijo hace más de una década que no encontró evidencia de que altos funcionarios del gobierno de Arabia, o el gobierno de Arabia en general, estuviera involucrado en los atentados. Pero lo escribieron de tal forma que deja abierta la posibilidad de que partes del gobierno de Arabia o funcionarios de menor nivel sí pudieran estar involucrados.
Hay que recordar que los Bush son socios comerciales del gobierno de Arabia, e incriminarlos directamente en los ataques del 9-11 sería problemático para sus propios intereses económicos.
Ahora bien, todo esto viene al caso por dos cuestiones:
1. Los racistas que pretenden justificar su racismo haciéndose llamar "antisionistas" han llegado al extremo de pretender acusar a Israel de los ataques del 11 de septiembre. Pero Israel no tiene problema con la nueva ley que quieren aprobar en EU para demandar a gobiernos que participen en terrismo dentro de EU. Los que brincaron son los de Arabia.
2. En México un auto-denominado "antisionista" que se la ha pasado inventando tonterías contra Israel, y que presumió en una de sus antiguas cuentas de Twitter una foto con el embajador de Arabia, es ni más ni menos que Alfredo Jalife. Esto lo dimos a conocer en blogdeizquierda.com el 31 de diciembre de 2013 en esta columna.
Esto a pesar de los múltiples señalamientos contra Arabia por violaciones de derechos humanos.
No es el único dato incriminante para el gobierno de Arabia, por cierto. Los Panama Papers revelaron que tanto el rey de Arabia, como el príncipe de Arabia, tienen empresas fantasma en paraísos fiscales.
La pregunta es, si Jalife dice ser experto en geopolítica, ¿cómo es que presumió foto con el embajador de un gobierno tan nefasto? Es como presumir una foto con el embajador de Chile durante el gobierno de Pinochet.
Ahí les dejo el dato para que vean lo que es charlatanería y doble cara.
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