Más evidencia de que el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto no sólo incurre y promuebe la corrupción, sino que además la premia.
El 12 de agosto pasado Reforma dio a conocer que el gobierno federal priista de Peña Nieto puso en el cargo de director de la Biblioteca de las Artes del Centro Nacional de las Artes (CENART), dependiente del Conaculta, a Fernando Joaquín Álvarez del Castillo, quien fue acusado por la Auditoría Superior de la Federación en 2012 por haber causado un fraude por 167 millones 822 mil 97 pesos por sobreprecios y pagos indebidos en la compra de acervo digital y bibliográfico para las bibliotecas públicas, así como otro fraude por 8 millones 209 mil pesos por pagos sobre trabajos no realizados en digitalización del acervo.
El dinero se le pagó al Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad Autónoma del Estado de México.
En total, señala Reforma, las denuncias por desfalcos, supuestamente investigadas por la PGR, suman 350 millones de pesos.
Pero aún así Álvarez del Castillo fue contratado para ser director de la Biblioteca del CENART, cargo en donde ya había estado en el sexenio de Ernesto Zedillo entre 1997 y 1998.
O sea que los priistas causan desfalcos de cientos de millones de pesos, no los castigan, no pagan, y además los premian.
OJO: Álvarez del Castillo también fue funcionario en el sexenio del panista Felipe Calderón, así que la solución para que este tipo de cochinadas ya no pasen es impedir por medio del voto que el PRI y el PAN lleguen al poder.
El miércoles 19 de agosto Álvarez del Castillo renunció al cargo en el CENART por el escándalo que generó su designación a pesar de tener denuncias penales en su contra. La pregunta es, ¿y si no hubieran balconeado que tiene procesos penales no se hubiera ido? Así de puercos son Peña Nieto y los priistas.
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