Luego de que el sexenio pasado SuperISSSTE fue la cadena de supermercados con los precios más accesibles para los mexicanos, y nunca tuvo problemas de abasto ni de números rojos, ahora el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto desaparecerá a casi todas sus sucursales 280 tiendas en el país luego de tres años de estar provocando su quiebra.
Sí; el pasado 18 de agosto, Reforma publicó que de las 280 tiendas SuperISSSTE en México, sólo 20 operan sin pérdidas y que, por lo tanto, esas 20 tiendas serían las únicas que no desaparecerían.
Repito: esto después de que el sexenio pasado nunca hubo problemas con SuperISSSTE y en la guerrita de precios entre Soriana y Walmart quien tuvo los precios más bajos, y por ende mayor publicidad de boca en boca, fue precisamente SuperISSSTE.
Pero desde que llegó Enrique Peña Nieto al poder empezaron los problemas de desabasto y en total 35 tiendas fueron cerradas.
Cosa que resulta increible si consideramos que el sexenio pasado el propio SuperISSSTE afirmó que podía ofrecer precios más bajos porque no necesitaba la misma cantidad de ganancia que necesitaban las cadenas privadas de supermercados.
Sobra decir que si cierran 260 tiendas SuperISSSTE, la gente que compraba ahí no sólo tendrá que comprar productos más caros en el resto de los supermercados, sino que además beneficiará directamente a cadenas como Soriana, señalada por el uso de sus tarjetas para la compra de votos para Enrique Peña Nieto en 2012.
Soriana, por cierto, despidió en el primer trimestre de 2015 a 4 mi 486 empleados y reportó una caída de 1.8% en su utilidad neta a pesar de tener 4.6% más ingreso en el mismo periodo.
Eso quiere decir que los problemas que pudiera tener SuperISSSTE no son exclusivos de SuperISSSTE, y por lo tanto no son motivo para que se cierren las tiendas.
Ahora bien; esto que está haciendo Peña Nieto con SuperISSSTE es exactamente lo mismo que pretenden hacer el PRI y el PAN con Pemex y CFE; dejar que quiebren para desaparecerlos alegando que son una carga para el Estado.
El resultado será el mismo que habrá con los supermercados cuando cierren la mayoría de las tiendas SuperISSSTE; precios más altos para el consumidor y más ganancias para privados. Pierden los mexicanos de clase media y clase baja, ganan los más ricos.
Lo que llama la atención es que de acuerdo con Reforma, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretende cerrar las tiendas SuperISSSTE antes de que termine el sexenio. Es decir, pretenden desaparecer a SuperISSSTE antes de que llegue un gobierno de izquierda y lo haga funcionar nuevamente.
El que pierde, como dijimos, es el consumidor mexicano, que estaría forzado a comprar los mismos productos que se vendían en SuperISSSTE en otros supermercados, pero más caros.
Si ya de por sí está mal la economía, al cerrar las tiendas SuperISSSTE estará peor.
La única manera de detener esta cochinada de Enrique Peña Nieto es no votando por el PRI y votando por la izquierda.
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