El chiste de Bravo Mena, en ese entonces dirigente del PAN, era porque se había descubierto que Lino Korrodi, quien coordinaba a los Amigos de Fox, supuestamente había triangulado dinero para la campaña panista en 2000 enviándolo a una cuenta de una tal Carloa Robinson y luego de ahí a la campaña de Fox. Uno de los rumores en ese entonces era que Robinson era amante de Lino Korrodi. Por su parte, los panistas nunca quisieron que Robinson fuera fotografiada por los medios y la mantuvieron lo más oculta que pudieron porque, obviamente, dinero privado había salido de una de sus cuentas bancarias para financiar de manera ilegal a Fox y no querían dar la cara. Llegó al punto en el que Robison, Korridi y otros dijeron que se desistirían de sus amparos para que se pudieran investigar sus cuentas bancarias siempre y cuando se desistieran de las acusaciones penales en su contra. Así de marrana fue la campaña de Fox. Ah, y al final Fox dejó a Korrodi colgado de la brocha. En respuesta, años después, Korrodi balconeó durísimo a Fox, señalando que tenía deudas cuando lo conoció, antes de ser presidente, y ahora ya había remodelado sus ranchos en Guanajuato. Fox, por su parte, tuvo el descaro de admitir en un libro que sí usó dinero ilegal de Estados Unidos para su campaña luego de que se hizo guaje durante años.
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