El primero de septiembre de 2015 el gobernador chuchista, Graco Ramírez, insistió en su masturbación mental de que quiere ser candidato del PRD a la presidencia en 2018.
Ese mismo día el lustracalzado del PRI en El Universal, Ricardo Alemán, publicó que Rosario Robles podría ser candidata del PRI, vía el PVEM, a la Jefatura de Gobierno del DF en 2018.
Encuentro a ambas declaraciones verdaderamente risibles.
En el caso de Graco, justo el día que se publicó su declaración hubo una protesta masiva en el Congreso de Morelos exigiendo juicio político contra Ramírez por la crisis de inseguridad en la entidad.
¿Quién chingados va querer en el PRD que Graco Ramírez sea candidato a la presidencia si ni en Morelos lo quieren?
Y en el caso de la lambisconería de Ricardo Alemán, lo que más risa me dio fue que alegó que Rosario Robles podría construir una candidatura para la Jefatura de Gobierno del DF desde la SEDATU, a donde la mandó Peña Nieto como fase uno de su despido definitivo del gabinete.
Sabemos que la SEDATU es el equivalente a las embajadas de antaño que le deban los gobiernos priistas a los políticos incómodos porque ahí fue a donde mandaron a Jesús Murillo Karam cuando lo tuvieron que correr de la PGR por el caso Ayotzinapa.
Es lo mismo que está pasando ahora con Rosario Robles. La mandan a la SEDATU para que siga viviendo del derario un tiempo en lo que llega su patada final en el trasero, misma que inició al quitarla de la SEDESOL para poner a José Antonio Meade tras revelar la CONEVAL que la pobreza aumentó en México estando Robles en desarrollo social.
Risible porque cuando mandaron a Murillo Karam a la Sedatu lo que dijo Alemán fue esto:
Tampoco fue una sorpresa la caída de Jesús Murillo Karam de la PGR y su llegada a la poco lucidora Sedatu, y no fue sorpresa porque era evidente el desgaste de su desempeño y que ya se había convertido en un lastre para la imagen del gobierno de Peña Nieto y para emprender una nueva narrativa en torno a la politización de la crisis de Iguala.
Luego de eso, Alemán dijo:
Lo cierto es que Jesús Murillo no fue enviado a su casa porque a pesar de que ya era un estorbo en la PGR, sigue siendo una de las piezas clave de los "hombres del Presidente". Dicho de otro modo, que Chucho--como le dice el presidente--seguirá jugando el papel del equilibrador en la triada que quiere cooptar al Presidente.
Eso fue en Marzo. Cinco meses despúes Murillo Karam fue echado de la SEDATU y enviado a su casa.
Y así como se vio de lambiscón Ricardo Alemán con Murillo Karam cuando lo mandaron a la Sedatu, igual se vió con Rosario Robles.
Graciosísimo, desde luego, que Alemán terminara su lamida de bolas a Murillo con su conocida frase "al tiempo."
Pues "al tiempo" (5 meses, como dijimos) Peña Nieto mandó a Murillo al carajo.
Lo mismo pasará con Robles, quien desde luego nunca podría ganar una elección de Jefe de Gobierno en el DF tras el non-grato recuerdo del escándalo del caso Ahumada. Mucho menos tras haber sido parte del gobierno de Peña Nieto que para 2018 tendrá un enorme desgaste.
En fin.
PD: Se estarán preguntando: "¿Y por qué estás comentando ahora algo que pasó hace casi un mes?" Pues porque es un asunto de muy poca importancia y más bien de pura chacota. Buralrme de pelmazos como Graco Ramírez o Ricardo Alemán es divertido, pero no es prioridad.
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