Ha estado circulando mucha desinformación sobre el Corredor Chapultepec. Estos son los datos reales:
MENTIRA: "El Corredor Chapultepec será nadamás un centro comercial en un segundo piso."
VERDAD: El Corredor Chapultepec se establecerá en 101 mil 817 metros cuadrados desde el Metro Chapultepec hasta la Glorieta de Insurgentes.
De ese espacio, 23 mil 300 metros cuadrados (casi la cuarta parte) será para áreas verders, culturales y recreativas. 9 mil 746 metros cuadrados serán para andadores y 28 mil 251 metros cuadrados serán para banquetas.
Esa superficie no comercial representa el 60.2% del total del proyecto.
Sólo 12 mil metros cuadrados del proyecto serán destinados para comercios. Es decir, sólo 11.78% del proyecto será para comercios.
¿De dónde sacan entonces que es "Shopultepec" y que sólo será un centro comercial en un segundo piso?
MENTIRA: "Se está privatizando un espacio público para hacer el Corredor Chapultepec."
VERDAD: El Corredor Chapultepec no privatiza nada. Concesiona el espacio durante 40 años, luego de los cuales el espacio pasa a manos del DF. Se concesiona a cambio de que empresas privadas construyan el espacio y mejoren la zona.
Por contraste, Andrés Manuel López Obrador sí privatizó un terreno aledaño a la Basílica de Guadalupe para que empresarios católicos hicieran un corredor de turismo religioso. Ese espacio, que se privatizó sin consultarle a nadie, no volverá a manos del DF.
MENTIRA: "El Corredor Chapultepec es un mal negocio para el DF porque sólo le toca 5% de la ganancia y pone todo el terreno."
VERDAD: El Corredor Chapultepec no es mal negocio para el DF debido a que el DF no pagará por la construcción ni por las obras de remozamiento en el terreno. Toda esa obra la pagará la IP.
Esto quiere decir que el DF obtendrá una ganancia que no tenía por el espacio del corredor Chapultepec.
Pero eso no es todo. Los comercios que operen en el 11% de terreno que será destinado para comercio pagarán impuestos que beneficiarán a la Ciudad. Además se generarán miles de empleos que la Ciudad de México sí necesita.
Se puede argumentar que los empleos serán mal pagados, pero por eso se debe impulsar la iniciativa para que aumente el salario mínimo.
MENTIRA: "Es un pésimo proyecto urbanístico que no resuelve el problema de movilidad."
VERDAD: Lo mismo decían de los segundos pisos de Andrés Manuel López Obrador y del Metrobús, y ahora hasta los críticos los usan.
MENTIRA: "Con el Corredor Chapultepec habrá zonas de concentración de contaminación y de ruidos a nivel de banqueta."
VERDAD: Eso ya ocurre de todos modos con el tráfico en la zona. Lo que corredor permitirá será que la gente pueda recorrer Avenida Chapultepec a pie con mayor facilidad.
MENTIRA: "Hay corrupción en el Corredor Chapultepec."
VERDAD: Hasta el momento nadie ha presentado una sola evidencia de que haya corrupción en el proyecto.
MENTIRA: "Todo será para beneficio de Carlos Slim."
VERDAD: Si bien el yerno de Carlos Slim es el arquitecto de la obra, varios de los principales proyectos de la Ciudad de México, incluyendo las obras de remozamiento del Centro Histórico con Andrés Manuel López Obrador, se hicieron con la participación de Carlos Slim.
De hecho, Slim compró varios inmuebles en el Centro Histórico con Andrés Manuel López Obrador en la Jefatura de Gobierno cuando participó en las obras de remozamiento. Y nadie se quejó.
"¿Entonces por qué tanta gente se opone al Corredor Chapultepec?" se preguntarán los lectores.
Por dos razones. Primero, porque en el DF nunca nadie quiere que se construya nada. Lo mismo pasó con los segundos pisos de AMLO. Y segundo, por hacer golpeteo político. Y es que los principales opositores al proyecto nisiquiera son vecinos de la zona, sino comerciantes -entre ellos ambulantes- que quedaron fuera del proyecto, y militantes de Morena que vieron en el Corredor Chapultepec la oportunidad para hacer golpeteo contra el PRD.
Pero hasta el momento no hay en realidad un sólo argumento sólido y veraz contra el proyecto.
Por eso aquí presentamos la información para que vea la gente por sí misma los datos y no les vean la cara.
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