Con Enrique Peña Nieto en el poder, Petróleos Mexicanos ha tenido el peor desempeño en los últimos 22 años.
De acuerdo con una nota publicada por El Universal el 4 de septiembre pasado, hasta ese entonces Pemex acumulaba siete meses consecutivos con saldo negativo en su balance financiero, lo cual no se veía desde que Carlos Salinas de Gortari estaba en el poder.
Tan sólo en el periodo de enero a julio de 2015, Pemex registró un déficit financiero de 176 mil 451 millones de pesos, 61.5% más alto que el observado en el mismo periodo de 2014, cuando tuvo un déficit de 109 mil 251 millones de pesos.
Desde 1993, cuando se empezó a reportar el balance financiero de Pemex, nunca se había tenido registro de un desempeño tan negativo como el que tiene Pemex con Peña Nieto en Los Pinos.
El gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto atribuye el mal desempeño de Pemex a la caída del precio del petróleo. Sin embargo, la administración de Peña Nieto omitió mencionar que ninguna de las políticas de Peña Nieto ha enfrentado a las condiciones adversas del mercado internacional, lo cuál se pudo haber logrado produciendo derivados del petróleo en vez de exportar crudo.
Por el contrario, la política de Peña Nieto ha sido seguir exportando crudo e impulsar la privatización de la industria energética para producir más crudo a pesar de que eso le costaría una pérdida sustancial de ingresos a México por el dinero que habría que pagar a privados.
Peor: Ahora, ante el mal manejo de Pemex, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto propuso que Pemex no pagara al Estado un dividendo estatal en 2016 de miles de millones de pesos, con lo cual el boquete que le causa la privatización de Pemex a las finanzas del país será aún mayor.
De continuar esta situación, la única manera en la que el gobierno federal podría solventar la caída del ingreso petrolero sería subiendo impuestos o recortando el presupesto para educación, salud, y desarrollo social.
Ese es el daño que el PRI y Enrique Peña Nieto le han hecho a México. Y es el daño que también le haría a México el PAN, ya que el PAN fue aliado del PRI para aprobar la reforma energética privatizadora de Peña Nieto.
Por lo tanto, la única manera en la que se podría evitar que las fallidas políticas económicas de Peña Nieto obliguen a un nuevo aumento de impuestos a la clase media, es votando por la izquierda.
Es eso o seguir pagando por los errores del PRI y del PAN.
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