El pasado lunes 31 de agosto la diputada priista Ivonne Ortega declaró que donaría la mitad de su dieta para becas para alumnos de universidad que no tienen dinero para titulares.
Pero esas becas en realidad sólo le servirían a unos cuantos estudiantes de universidades privadas.
Lo digo porque el costo de titularse en la UNAM es relativamente económico: poco menos de 2 mil pesos.
Si un estudiante de la UNAM ahorra 500 pesos al año (menos de 2 pesos al día) durante los 4 años de su carrera, al final de la carrera tendría suficiente dinero para pagar por su titulación. No está tan complicado.
En cambio, en el TEC de Monterrey y otras escuelas privadas, el costo puede ser de hasta 25 mil pesos por titularse.
Lo cual quiere decir que las becas de Ivonne Ortega en realidad a quienes les interesarían sería a alumnos de escuelas privadas.
Es decir, a los que en general de todos modos tenían posibilidad de pagar por la titulación.
Lo cual es una tomada de pelo de Ivonne Ortega.
En vez de estar donando la mitad de su dieta para algo que no va a ayudar a muchos estudiantes, mejor que ella y el resto de los priistas impulsen en San Lázaro que le recorten a la mitad el sueldo a TODOS los integrantes de la alta burocracia y con ese dinero se construyan más universidades públicas para que ya no haya estudiantes rechazados.
Y que además propongan que de verdad desaparezca la consolidación fiscal para que haya suficiente dinero para que el Estado invierta en Pemex, no dependa de privados, haya más ingreso petrolero, y así se puedan bajar los impuestos a todos los mexicanos.
Ah, pero olvidaba que si hacen eso entonces los cuates de Peña Nieto ya no pueden hacer negocio con el patrimonio de la nación.
En fin. Que fantochada de Ivonne Ortega. Al parecer lo que quiere es lanzarse para 2018.
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