Una pregunta: ¿qué relación guarda con la vida cotidiana de México lo que está ocurriendo con la batalla electoral de Argentina? Tome usted el siguiente dato: si usted lee está nota, considero que localizará elementos, argumentos para hacer frente en lo cotidiano a un hecho: la política económica del Lic. Peña Nieto es la misma que la del Ing. Macri,, en concreto en Argentina, el candidato de la derecha, el Ing.Macri se pavonea aquí y allá ponderando su estrecha relación- se le dice "relación carnal" ¡¡¡...!!!- que mantiene con el Lic. Peña Nieto, en particular, en el terreno de la economía política.
¿Debido a qué causas una cantidad de ciudadanos auto convocados por fuera de los partidos políticos, salimos el día de ayer a reunirnos en diversas plazas públicas a lo largo y ancho de la Argentina? Lo hicimos incluso rechazando el llamado oficial a no realizar actos públicos debido a la situación de los tristes episodios ocurridos la noche del viernes en París. Al contrario varios ciudadanos, entre ellos, ciudadanos mexicanos que vivimos en Argentina resolvimos que para no olvidar Ayotzinapa y repudiar el terrorismo que azotó a los ciudadanos de París, para no olvidar y rechazar había que repudiar al candidato de la derecha Ing. Macri quien se presentará en el próximo ballotage.
Además, el ataque terrorista en Francia es parte de las políticas que el gobierno francés aplica en material militar y económica dentro y fuera Francia. Recordamos que la llamada "guerra contra el narcotráfico" inaugurada por el Lic. Felipe Calderón fue, entras cuestiones, resultado de un consejo que recibió del primer ministro francés N. Sarkozy.
A eso se suma que el candidato de la derecha argentina propone: Megadevaluación, tarifazo, eliminación de las retenciones y liberalización de las exportaciones de productos agropecuarios, y desplazamiento del programa Precios Cuidados provocarían un muy fuerte aumento de los precios. Derrumbe del poder adquisitivo del salario y de las jubilaciones. Es un shock terrorista en materia de economía política de la vida cotidiana de la ciudadanía
Argentina la economía política anuda la batalla electoral, en particular debido a que sus consecuencias se darán en los cuerpos de cada ciudadano más allá del resultado de las urnas, sus efectos aparecerán en nuestros cuerpo sin hacer distinción alguna, sea para mal, sea para bien será sin distingos, sea que el ciudadano resulte beneficiado o resulte esquilmado. Trascribo el artículo de un economista argentino que no es partidario fundamentalista ni del actual gobierno ni tampoco es un partidario ultranza del candidato Scioli que hace frente al Ing. Macri primer candidato de la derecha en Argentina, y escuche bien, y en el mundo que enarbola como bandera electoral una mega devaluación de la moneda del orden del 40% versión optimista y la pesimista indica que sería si Macri gana del orden de un 60%. Para que el lector se ubique ante estos extraños despropósitos cuando en Argentina se devalúa el dolar, si usted va a un estanquillo para comprar un dulce notará que el precio del mismo fue modificado en una proporción semejante a la devaluación más un 10% por las dudas, esto le ocurrirá a usted en la Capital del país y en cualquier zona alejada de esa capital.
Insisto, si usted lee está nota, considero que localizará elementos, argumentos para hacer frente en lo cotidiano a un hecho: la política del Lic. Peña Nieto es la misma que la del Ing. Macri,, en concreto en Argentina, el candidato de la derecha, el Ing.Macri se pavonea aquí y allá ponderando su estrecha relación- se le dice "relación carnal" ¡¡¡...!!!- que mantiene con el Peña Nieto, en particular, en el terreno de la economía política.
Si el debate de la economía política no llega al ciudadano de a pie, o si los oculta tras levantar encendidos discursos sobre un pasado que ya es pasado, se le deja a la derecha neoliberal el camino abierto para seguir con sus tropelías que son más mortíferas que las que despliegan sus empleados tercerizados: terroristas, narcos, bandas paramilitares y las FFAA.
El shock inflacionario de Macri por Alfredo Zaiat
Las siguientes propuestas no son especulaciones o análisis
aproximados a partir del origen ideológico neoliberal de esos economistas.
Fueron expresadas en forma explícita por los propios protagonistas.
1 El alza del tipo de cambio de
9,60 a 14 o 16 pesos, según el valor que determine el mercado financiero. Todos
los economistas de Macri han afirmado que unificarían el precio del dólar, y
uno de ellos, Alfonso Prat-Gay, precisó que subiría el oficial y aventuró que
bajaría el ilegal. Variación que implicaría una megadevaluación del 45 al 60
por ciento. Semejante suba se trasladará ciento por ciento o más a precios como
lo enseñan casos anteriores, incluso la devaluación brusca del 23 por ciento de
enero de 2014. El último informe de la consultora de Carlos Melconian menciona
esa reacción en base a la particularidad de la economía argentina.
2 Terminar con los subsidios a
las tarifas de luz, gas y transporte para las clases medias y altas, sin
precisar cómo los mantendrán para los sectores sociales de más bajos ingresos
ni a partir de qué parámetros se los considerará en esa categoría. El
economista preferido de Macri, Rogelio Frigerio, ratificó en varias entrevistas
el objetivo de concluir con la etapa de servicios públicos subsidiados y lo
mismo fue expuesto en forma tajante por la candidata a vicepresidenta, Gabriela
Michetti, en un reportaje televisivo. Esta iniciativa sumaría como mínimo 4 y
hasta 11 puntos porcentuales a la tasa de inflación, de acuerdo a diferentes
estudios realizados por economistas de la ortodoxia.
3 La liberalización del comercio
exterior de los productos agropecuarios y la eliminación de las retenciones a
las exportaciones de trigo, maíz y girasol y la disminución de 5 puntos porcentuales
a la de la soja. Es el plan publicado por la Fundación Pensar, la usina de
ideas PRO, documento que resume tres años de trabajo coordinado por José
Anchorena. Los aumentos de la harina, el pan y la carne de estos días han sido
un pequeño adelanto de las consecuencias de esa política.
4 Clausurar la experiencia de
Precios Cuidados porque “no sirve para nada”, como afirmó Hernán Lacunza,
economista de Macri y futuro ministro de Hacienda de la gobernadora electa de
la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. En una entrevista en FM
Millenium afirmó además que Precios Cuidados “son una pérdida de tiempo y
energía, de esfuerzos”. La idea de los economistas de Macri no es eliminarlo
sino licuar su relevancia por el shock inflacionario. Los grupos económicos con
posición dominante en mercados sensibles de bienes de la canasta básica de los
hogares determinarán entonces los precios sin injerencia del Estado. La
apertura a las importaciones y los mecanismos de defensa de la competencia y de
los derechos del consumidor constituyen la única estrategia de los economistas
de Macri para abordar la formación de precios.
En los últimos años, el grupo de
economistas ortodoxos, varios de ellos integran hoy las filas del macrismo y
muchos otros manifiestan una abierta simpatía po el candidato de la alianza
opositora, ha advertido que el principal problema de la economía es la
inflación. “Es un cáncer”, repite Macri; “es generadora de pobreza”, dicen sus
economistas; “Argentina es el segundo país en el mundo con más inflación”,
señaló Frigerio. En base a esas cuatro iniciativas del programa económico del
macrismo, el objetivo parece ser el de aspirar a ocupar el primero lugar. Todas
derivarían en un shock inflacionario muy fuerte, que los dos dígitos navegando
en la segunda decena en estos años llevarían a ser evocados con menos
severidad. La justificación que ya han empezado a desplegar en los medios es
que ese futuro incremento extraordinario de precios corresponderá al gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner y que ellos sólo habrán sincerado las
variables de la economía. Habrá que ser muy militante de la causa macrista para
defender ese argumento. El shock inflacionario sería provocado por esas medidas
económicas, y el responsable es el que las impulsa en forma deliberada.
Como si no hubiesen aprendido
nada de la traumática historia de los últimos cuarenta años o por la soberbia
triunfalista luego de las elecciones del 25 de octubre, los economistas de
Macri hicieron algo inédito: anunciaron una megadevaluación que se
efectivizaría el 11 de diciembre. Como era de esperar, los aumentos de precios
ya se están verificando; no han esperado la fecha del maxiajuste cambiario.
Antes de conocer el resultado del ballottage y sin saber si será el candidato
más votado, la inflación macrista empezó a exteriorizarse: aumentó la harina,
el pan y la carne. Es un adelanto de los efectos de un alza brusca de la
paridad cambiaria. No fue necesario esperar a que se concretara esa medida
regresiva social para probar la inconsistencia técnica de Alfonso Prat-Gay,
quien había asegurado que la megadevaluación no sería inflacionaria porque los
precios de la economía ya estaban en línea con el valor del dólar blue o del
contado con liquidación. Si se equivoca en algo tan básico y conocido del
funcionamiento de la economía argentina, qué se puede esperar de su
intervención en cuestiones un poco más complejas.
Una similar debilidad conceptual
le hicieron corear a Macri, amplificada después por animadores de shows
periodísticos y una aceitada cadenas de mails: los gobiernos kirchneristas
fueron los que más devaluaron la moneda, argumento para defender la
megadevaluación anticipada por los economistas del macrismo. Es necesario
presentar una serie de números para no tropezar con esa piedra de confusión
deliberada:
- El alza del tipo de cambio
desde el 26 de mayo de 2003 (2,85 pesos) hasta el último cierre (9,63 pesos)
fue de 238 por ciento en poco más de doce años.
- Esa variación es en promedio
simple 19,8 por ciento cada año.
- Un ritmo mensual de 1,65 por
ciento.
- Un ajuste diario de 0,06 por
ciento.
- La megadevaluación de Macri
podría alcanzar de 45 al 60 por ciento en un día. La comparación es: 0,06
versus 45 o 60 por ciento.
Una y otra estrategia cambiaria
tiene diferente impacto en el ingreso de trabajadores y jubilados. Mientras la
política de administración del tipo de cambio por parte del Banco Central, si
bien ha sido una fuente de tensión inflacionaria poco considerada para
comprender el alza de los precios en estos años, tiene como objetivo impulsar
el crecimiento, el empleo y el poder adquisitivo. El saldo ha sido elocuente:
el salario mínimo vital y móvil aumentó 514 por ciento en dólares y el haber
jubilatorio mínimo, 485 por ciento en dólares. Los ingresos más que duplicaron
el alza del tipo de cambio en los últimos doce años. El resultado de la
megadevaluación de Macri sería el opuesto: el poder adquisitivo de salarios y
jubilaciones bajaría a la mitad en forma inmediata por el shock del alza de
precios, que elevaría la tasa de inflación anualizada a por lo menos del 45 al
55 por ciento, según la estimación más prudente de economistas heterodoxos y de
ortodoxos serios.
Ese golpe inflacionario provocado
por la variación brusca del tipo de cambio sería reforzado con otro proveniente
del frente tarifario. La eliminación de los subsidios sólo en el capítulo de
energía impactaría en 11 puntos de inflación, según un estudio realizado por
FIEL, una de las más destacadas usinas del liberalismo local. Esta no sería la
suba final porque debido a la pérdida del autoabastecimiento energético se
importa combustible y, además, existen contratos de provisión que están
dolarizados, entonces la megadevaluación encarecería esa provisión, y por lo
tanto las tarifas de los servicios de luz y gas subirían aún más porque se
eliminarían los subsidios. A esa cuenta le falta sumar el rubro transporte.
Según un ejercicio realizado por el Centro de Implementación de Políticas
Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), la eliminación de los subsidios
duplicaría el costo del gas, la luz y el transporte público en el gasto de los
hogares de menores ingresos, y adicionaría 4 puntos a la inflación. Ayer
Página/12 publicó el cálculo que realizó la consultora de Carlos Melconian, uno
de los principales economistas de Macri y que está preparando su equipo para
desembarcar en el Ministerio de Economía confiando en la promesa que recibió de
su candidato: propone multiplicar hasta por cinco las tarifas de luz, triplicar
las de gas y duplicar las de transporte, y eso sumaría 7,3 puntos porcentuales
a la inflación.
El shock inflacionario por la
megadevaluación y la eliminación de subsidios a las tarifas de servicios
públicos se acentuaría por la política en el comercio exterior comprometida con
el sector agropecuario. El programa de la Fundación Pensar y explicado a dirigentes
del campo por los referentes del macrismo postula la apertura de las
exportaciones y eliminación de los ROE; una nueva estrategia de relaciones
económicas internacionales; la competencia y transparencia en el mercado
interno (por ejemplo, eliminación de precios sugeridos y precios máximos); la
reducción y eliminación de derechos de exportación (la de soja disminuirá 5 por
ciento por año). El impacto de esas medidas por ejemplo en el mercado de la
carne (vacuna, porcina y aviar) sería un muy fuerte aumento de precios. La
apertura de las exportaciones de carne vacuna acompañada de una megadevaluación
significaría incrementos del 100 al 150 por ciento en el precio al consumidor,
estimó el especialista en carne de la Federación Agraria, Mariano Bondone. La
eliminación de las retenciones al maíz, insumo básico para la producción de
cerdos y aves, también se reflejaría en alza de precios.
La estrategia de liberalizar y
eliminar los controles en el sector agropecuario implica aumento de la tasa de
inflación porque sin restricciones a las exportaciones, sin retenciones y con
una megadevaluación será más rentable vender al exterior que abastecer al
mercado interno. Sólo habrá carne para el consumo interno a precios muy
elevados en línea con los que podrían conseguir productores y exportadores
vendiendo al exterior sin retenciones y un tipo de cambio altísimo. Bondone
calculó que el precio del kilo de carne en el mercado interno subiría del
equivalente de 6-7 dólares a 16-17 dólares, según publicó Sebastián Premici
anteayer en este diario.
En este paquete de medidas
inflacionarias encaja la definición de Hernán Lacunza acerca de que el programa
Precios Cuidados “no sirve para nada”. Una canasta de bienes esenciales de la
canasta familiar con precios de referencia para defender el presupuesto de los
hogares evitando una espiral ascendente de precios y el abuso de la posición
dominante de los grandes productores no es necesaria para los economistas de
Macri. Precios Cuidados lo mantendrían hasta hacerlo languidecer por el shock
inflacionario, pero más importante es que liberarían a grandes proveedores de
alimentos, bebidas y productos de limpieza la fijación de los precios de los
bienes fuera de ese programa, alzas que hoy deben negociar con la Secretaria de
Comercio.
Las medidas económicas que
aplicaría en forma inmediata un gobierno de Mauricio Macri provocarían un shock
inflacionario lo suficientemente intenso para pulverizar el salario y las
jubilaciones. Sus economistas dicen que el golpe de precios será sólo uno, que
cargarán esa responsabilidad en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y
que luego la tasa de inflación se estabilizará. Para ello arriesgan a que la
confianza empresaria por la existencia de una política neoliberal y pro mercado
evitaría la espiralización de los precios, aunque en realidad apuestan a que el
incremento del desempleo, la caída del salario real, la apertura importadora y
la recesión generados por sus medidas actúen como el disciplinador de los
precios.
azaiat@pagina12.com.ar
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