Por más que Enrique Peña Nieto ha hostigado, interrogado de manera ilegal a gente cercana a Marcelo Ebrard, y tratado de hacerle golpeteo ante la opinión pública, simple y sencillamente no ha encontrado una sola evidencia de que Ebrard haya cometido algún ilícito con la Línea 12 del Metro.
Así que Peña Nieto se puso a buscarle por otros lados y tampoco encontró nada.
Y es que como no le encontraron nada a Ebrard con la L12, se pusieron a hostigar a sus conocidos -con interrogatorios ilegales conducidos por la PGR- por el tema de la casa que renta Ebrard.
No le encontraron nada.
Le cambiaron de nuevo y se pusieron a buscarle a ver si había lavado en la Supervía poniente.
Publicó Reforma el pasado 11 de julio:
"La PGR ha estado interesada en saber del empresario Sergio Hahua, director comercial del Grupo Copri".
Copri desarrolló junto con OHL la Supervía Poniente.
Pero ahí tampoco encontraron nada inclusive tratando manipular un testimonio ilegal sobre el tema.
Lo sabemos porque Ernesto Castro García, amigo de un hermano de Ebrard, fue interrogado el 29 de mayo y le preguntaron sobre Copri.
Castro denunció lo siguiente sobre el interrogatorio:
"Me preguntan si conozco a Sergio Hahua y ahí recuerdo que, por decisión del socio mayoritario, Gabriel Cameras, se adquirieron tres departamentos de un desarrollo representado por Sergio y trato de corregir mi respuesta anterior, lo cual no me permitieron."
En otras palabras, la PGR pretendió que quedara como cosa cierta un error en un testimonio.
Eso equivale a manipular evidencias.
Y aún así, no le encontraro nada ni a Ebrard ni a nadie cercano a él.
El asunto se convierte en una enorme hipocresía si consideramos que:
1. La PGR se pone muy fiera con Ebrard, pero cuando EU pidió extraditarlo, la PGR se hizo guaje durante días, permitiendo de esa forma que el Chapo se pudiera fugar.
2. Copri construyó la Supervía con OHL, empresa de la cual uno de sus directivos fue grabado diciendo que le tenían que pagar un viaje de vacaciones al secretario de comunicaciones y transportes de Peña Nieto, Gerardo Ruiz Esparza. Aquí el audio. Escuchen los primeros minutos, donde Ruiz Esparza le da trato de cuate a un directivo de OHL, y luego adelántenle al minuto 14:36, donde OHL afirma que le iban a pagar la estancia en un hotel a Ruiz Esparza:
https://youtu.be/8q7I7__tR2U
OHL dijo que la grabación estaba manipulada y Ruiz Esparza negó que lo hubieran sobornado, pero el audio es tan contundente que de inmediato debió haberse iniciado una investigación en la Secretaría de la Función Pública, en la CNBV para ver quién pagó qué, y hasta en la PGR por corrupción.
Pero a Ruiz Esparza no lo han tocado.
En cambio, el gobierno priista de Peña Nieto no dejó de hostigar a gente cercana a Ebrard para ver si le encontraban algo. ¡Y ni tratando de manipular testimonios le encontraron algo!
"Bueno, pero arrestaron a tres funcionarios del DF por la L12" dirán los priistas.
Sólo que los 3 arrestos fueron porque los funcionarios en cuestión, todos menores, firmaron contratos sin tener atribuciones. Su proceder no tuvo nada que ver con el asunto del desgaste ondulatorio ni con los trenes ni con los vicios ocultos de construcción.
¿Qué podemos concluir de esto? Dos cosas:
1. La persecusión política que hizo Peña Nieto contra Ebrard es única y exclusivamente porque Peña sabe que Ebrard le puede ganar al PRI en 2018 y está tratando a toda costa de impedir que Ebrard pueda ser candidato.
2. La verdadera corrupción está en el gobierno priista de Peña Nieto, y a pesar de las evidencias no tocan a ninguno de los priistas involucrados en sobornos y cochinadas por el estilo.
¿Y qué creen? Esa corrupción quedará impune si el PRI o el PAN siguen en el poder.
Por eso es mejor que haya un gobierno de izquierda.
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