domingo, 25 de octubre de 2015

Poner a @MartiBatres en Morena-DF demuestra que Morena está en crisis, si no es que ya llegó a su fin

Por Victor Hernández

Ayer por la tarde se dio a conocer que Martí Batres dejó la dirigencia nacional de Morena para ser "electo" (léase impuesto por dedazo por AMLO) en la dirigencia de Morena-DF.

El haber puesto a Martí Batres en Morena-DF fue visto por el periodista Álvaro Delgado como una maniobra de Batres para lanzarse de candidato a la Jefatura de Gobierno del DF por Morena en 2018.

No me parece imposible, pero considero que la verdadera razón de la imposición de Martí Batres en Morena-DF fue el resultado de la profunda crisis de Morena en la Ciudad de México que prácticamente ya dejó al partido de Andrés Manuel López Obrador en la agonía política.

Para entender esto veamos un poco la historia reciente de Morena-DF.

En enero de 2015 renunció a su cargo el presidente de Morena-DF, Eduardo Cervantes, por "dignidad", ya que tenía diferencias irreconciliables e "insuperables con la dirección de facto en el DF."

Lo que Cervantes estaba denunciando es lo que ocurre con Morena en todo el país: todas las dirigencias son una fachada. Las órdenes las dan desde arriba. Específicamente desde la oficina de Andrés Manuel López Obrador. Siendo el caso, cualquier dirigencia de Morena, estatal o inclusive la nacional, resulta una farsa. De ahí la facilidad con la que Martí Batres se bajó un nivel en el escalafón. Pero de eso hablaremos más adelante.

La queja de Cervantes era que Morena-DF no fue el que determinó las candidaturas locales para la elección de 2015, sino que se impusieron desde el Consejo Nacional de Morena, el cual es encabezado por López Obrador.

Desde ese entonces no se tuvo noticia de una dirigencia formal de Morena-DF. La página de internet de Morena-DF, incluso, tenía vacíos los espacios de presidente estatal, secretario general, y secretario de organización hasta ayer por la noche.



Pasó el tiempo y el que se convirtió en la cabeza visible de facto en Morena-DF fue César Cravioto, brazo derecho de Martí Batres y coordinador de la bancada de Morena en la ALDF.

Pero Cravioto, junto con el resto de la bancada de Morena, fueron aplastados por el PRD como resultado de la intransigencia de Morena para llegar a acuerdos y la negativa de Cravioto y su bancada para tener acercamientos con el Sol Azteca.

La tirada de Morena en el DF, y esto lo declaró publicamente Martí Batres, era chantajear al PRD; acuerdos y acercamientos a cambio de que les cedieran delegaciones que Morena no ganó en las urnas; Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Coyoacán, principalmente.

El PRD, a sabiendas de que no existía evidencia alguna de irregularidades en esas delegaciones (en GAM se anularon las casillas que supuestamente tenían problemas, pero en el resto no había evidencias de irregularidades), mandó a Batres a volar.

Con lo cual Morena se quedó con el premio de consolación de tener 3 diputados más que el PRD en la ALDF.

Pero cuando el PRD intentó hacer un acercamiento con Morena, éstos respondieron con intransigencia, guerra sucia y difamaciones.

Así que el PRD maniobró para impedir que Morena tuviera el control de la Comisión de Gobierno del DF. Después de todo, en el reglamento interno de la ALDF no está prohibido.

Luego vino el reparto de oficinas. Había oficinas suficientes para todos los diputados, pero los de Morena, encaprichados, querían a fuerzas oficinas que no les correspondían en el reparto. Uno de los diputados de Morena, inclusive, puso una carpa a la entrada de la ALDF alegando que le negaron una oficina, cuando había una oficina vacía en el cuarto piso que el diputado simplemente se negó a usar.

Aún así el PRD intentó nuevamente un acercamiento, pero la respuesta de Morena al PRD fue que dejaran de "simular" y que les entregaran por sus pistolas 11 comisiones de la ALDF porque supuestamente les tocaban.

Ante la intransigencia de Morena, el PRD nuevamente maniobró para dejar a Morena fuera del reparto de las principales comisiones de la ALDF, y relegándolos a las 11 comisiones de menor tamaño.

Esto dejó a Morena virtualmente fuera de la jugada política en el DF, ya que se quedaron sin la posibilidad de frenar iniciativas importantes para el GDF, y se quedaron sin la posibilidad de usar las comisiones de la ALDF para beneficiar a las 5 delegaciones que gobiernan, como era la tirada.

Tan mal le ha estado yendo a Morena en el DF, que de acuerdo con Sin Embargo, de plano el 18 de octubre Andrés Manuel López Obrador hizo uno de sus conocidos anuncios de dedazo; que Martí Batres saldría de la dirigencia nacional de Morena.

Lo que no dijo es que la tirada era imponer a Martí como dirigente de Morena-DF, lo cual es bajar de jerarquía en el partido.

Eso demostró dos cosas:

1. Que no importa quién esté en la presidencia nacional de Morena, ya que las órdenes, al final, las da Andrés Manuel.

2. Que Morena en el DF está tan mal que de plano AMLO tuvo que poner en la dirigencia del partido en el DF a Martí Batres para ver si así lograba salvar lo que quedaba de Morena.

En Morena, desde luego, le lanzaron sendos cebollazos y congratulaciones a Martí, para que su nombramiento no pareciera lo que de verdad fue: una imposición por dedazo para tratar de evitar el colpso total de Morena en la Ciudad de México.

Pero la medida no resolverá nada. Lo que hundió a Morena, los dejó fuera de la jugada política en la ALDF, y dio inicio al colapso final de Morena en la Ciudad de México fue la intransigencia de Morena.

¿Qué es lo que hace Martí Batres ni mal es anunciado como nuevo dirigente de Morena-DF? Mostrarse intransigente con tuits como estos:



¿El paraíso de la unanimidad? ¿Algo así como Morena con las órdenes que da López Obrador?



Qué raro. Porque había más crimen en Iztapalapa cuando Bartí Batres era funcionario del GDF con Marcelo Ebrard y con AMLO.



Ah, órale. ¿Entonces este tuit que sigue quiere decir que AMLO quería que también le repartieran esa lana a Morena?





No se, pero creo que estar insisitiendo que todo es cosa de Mancera, cando en realidad es cosa de la intransigencia de Morena, es lo que realmente es enfermizo.

Pero en fin. Ahora vamos a ver con qué sale Martí Batres porque, para empezar, no se le ve que quiera terminar con la intransigencia que hundió a Morena en el DF.

En segundo lugar, si consderamos que Martí era presidente nacional de Morena, y a nivel nacional le fue muy mal al partido (8% del voto, menos de 5 alcaldías, y poquísimas diputaciones, además de haberle ayudado al PRIAN al dividir el voto de izquierda en más de 50 distritos), pues entonces no veo cómo le podría beneficiar a Morena-DF que Martí los dirigiera.

Porque si 8% es el gran logro de Martí Batres a nivel nacional, en el DF van a terminar peor que como ya están.

Morena, me temo, pasó de la crisis al inicio de su derrumbe en el DF. Y mientras Martí Batres no se de cuenta de que la causa no es el PRD, ni Mancera, sino la intransigencia, pazguatez, impericia, sobreestimación de la popularidad de AMLO, y mareo de ladrillo de Morena, no habrá nada que pueda hacer para evitar que Morena se colapse.

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