Nadie cuestionó al ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, cuando dijo en su tercer informe de gobierno que usaría fideicomisos de bienes raíces (FIBRA) para financiar proyectos en el sector energético y de infraestructura a pesar de que la llamada "Fibra-E" privatizará el 95% de la ganancia de los proyectos de energía y dejará a México endeudado y con menos ingreso.
Peor: Al día siguiente del mensaje de Peña Nieto en el que anunció la llamada "Fibra-E", la Sener dio a conocer que la usará en refinación y electricidad.
Vea usted por qué es esto muy, pero muy grave para las finanzas del país:
Las FIBRA (Fideicomisos de Bienes Raíces) son un instrumento financiero que se inventó para que inversionistas pudieran comprar parte de la propiedad de edificios y construcciones y recibir a cambio una ganancia trimestral equivalente al 95% del dinero que se obtenga de la renta de los edificios y construccioines.
Por ejemplo: Alguien quiere construir un edificio de oficinas pero no tiene dinero para construirlo. Entonces hace un fideicomiso (o sea una cuenta bancaria) y ofrece vender acciones (pedazos de la propiedad) de ese fideicomiso en el mercado de valores para recaudar el dinero para construir el edificio.
A cambio, los que compraron las acciones del fideicomiso recibirán el 95% de la ganancia que genere el rentar las oficinas del edificio o el rentar el edificio completo.
Las acciones del fideicomiso convierten a los inversionistas en dueños virtuales del edificio, ya que se les tiene que entregar el 95% de la ganancia que genere.
Peña Nieto pretende hacer lo mismo con Pemex y CFE. De acuerdo con Reforma, Pedro Joaquín Coldwell, titular de Sener, declaró ayer que Pemex y CFE usarían la llamada "Fibra-E" para la "modernización" de refinerías y construcción de líneas de transmisión de electricidad de CFE.
Que porque las Fibras-E son "la oportunidad de compensar los recursos que no está recibiendo (Pemex) por la baja en los precios" y así destinar los recursos para expandir sus actividades de exploración y producción de hidrocarburos.
Lo que no dijo Joaquín Coldwell es que si se vende la propiedad de las refinerías o de los campos petroleros o de la infraestructura de la CFE a privados por medio de las Fibras-E, entonces el 95% la ganancia de todos esos proyectos pasa automáticamente a manos de los accionistas privados que compraron la propiedad de esos proyectos por medio de las Fibras-E.
Supongamos, por ejemplo, que se vende la propiedad de proyectos de refinación por medio de Fibras-E a privados. Eso quiere decir que en lo sucesivo, y hasta que al inversionista se le pegue la gana vender sus acciones, Pemex le tendrá que estar pagando a los accionistas el 95% de la ganancia de ese proyecto.
Eso no le beneficia a México en nada, ya que sólo se quedaría con un 5% de la ganancia petrolera.
Si Pemex quería dinero, simplemente hubiera emitido bonos de deuda a pagar en X cantidad de años y asunto arreglado. Se paga la deuda con intereses y ya.
Pero con las Fibras-E hay que estarle pagando de por vida a los inversionistas (a menos de que se le ponga un límite de tiempo a las acciones, lo cual es de dudarse), mientras que México no obtiene ganancias de sus propios recursos e infraestructura -más que un mísero 5%- por tener que estarle pagando a privados.
Peor: Según Peña Nieto, la reforma energética permitiría que la producción de petróleo en México aumentara 40%.
Si fuera el caso -no lo será- entonces si los proyectos se financian con Fibra-E se le tendría que pagar a los inversionistas el 95% de ese 40% de aumento en producción. Es decir, se les tendría que pagar la ganancia de 38% de aumento de la producción. México, por lo tanto, sólo estaría aprovechando un incremento de producción de 2%.
Y para aumentar la producción 2%, la verdad, ni se necesita una reforma energética ni se necesita entregarle a privados casi la totalidad del aumento en la producción.
Lo que Peña Nieto está haciendo en realidad con las Fibras-E es edelantar el Año de Hidalgo, y darle la manera a los ricos y a las grandes empresas de robarse la ganancia de Pemex lo más pronto posible antes de que llegue la izquierda a echar abajo la reforma energética en 2018.
Ahora bien, OJO: Las Fibras pueden fincionar para proyectos de bienes raíces privados ya que lo que se pone en riesgo son construcciones privadas.
Pero en el sector público lo que se está poniendo en juego es casi el total de la ganancia de los ingresos de proyectos petroleros y de electricidad del Estado.
Entregarle la ganancia petrolera a privados por medio de la Fibra-E lo único que tendrá como consecuencia será otro boquete en los ingresos del Estado que se tendrá que pagar con más impuestos.
O dicho de otro modo, mientras que los accionistas de las Fibras-E se quedan con la ganancia petrolera, usted se queda sin nada y además tiene que pagar más impuestos para tapar el boquete fiscal que causará el entregar la ganancia petrolera a privados.
Esto sólo se puede evitar de una manera: votando por la izquierda en 2018 para que la izquierda frene la privatización del sector energético.
Si no, el que pagará para que otros se lleven la ganancia petrolera sin que a usted le toque nada, pues será usted.
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