Ayer todas las corrientes del PRD tuvieron de plano que dar una conferencia de prensa porque se les hizo bolas el engrudo con el tema del "relanzamiento" del partido y el cambio de dirigencia.
Carlos Navarrate tuvo que decirle a los medios que la opinión pública se está fijando sólo en el tema de la nueva dirigencia pero que ese no es el tema central del relanzamiento, sino la apartura a la ciudadanía y etc, etc.
Y es que las cosas ya llegaron al punto en el que ya hay perredistas haciendo abiertamente campaña por la dirigencia y los medios ya de plano están preguntando si no valdría mejor la pena poner a un presidente del PRD externo, como José Woldemberg.
Así que Navarrete, acompañado por los chuchos, los bejaranos, y otras corrientes, dijo que todavía no hay convocatoria para renovar la dirigencia y que será el Consejo Nacional, a mediados de septiembre, el que decida quién se queda con la presidencia del partido.
La verdad, Navarrete no debería quejarse de que la gente vea como tema central de la renovación del PRD al cambio de dirigencia. Esa ha sido la la exigencia del electorado de izquierda desde hace años: que los chuchos ya no estén en la presidencia del partido.
Vamos, en México todo el mundo está acostumbrado a votar por un nuevo presidente, o un nuevo gobernador, o un nuevo alcalde, porque creen que con eso ya todo va a cambiar.
Y el PRD es parte de la maquinaria que ha hecho que esa idea se mantenga como la visión dominante del cambio político en México.
Pasa también en Estados Unidos, y en el resto del mundo, pero en México también y el PRD ha contribuido a que la gente se enfoque más en los cambios de presidentes que en cualquier otro tipo de cambios.
¿Por qué entonces le sorprende a Navarrete, insisto, que sea el caso con el cambio de dirigencia del PRD?
Es más: En cuanto Navarrete se puso a mencionar los temas que se suponía que eran el asunto central del "relanzamiento del partido", de plano dejé de ponerle atención. Era mucha verborrea y nada concreto.
Un cambio de dirigencia sí es algo concreto y la gente lo entiende fácil.
Y si el objetivo de Navarrete era que la gente no se fijara en el cambio de dirigencia, y sí en los oros temas de cambio de estatutos, pues entonces debió haber tenido una buena estrategia de medios y de mensaje para poder difundir eso y dejar el tema de la nueva presidencia perredista en segundo plano.
Pero Navarrete no tuvo esa estrategia. Ni la tiene.
Por lo cual, ahora Navarrete y el resto de las corrientes del PRD tienen que lidiar con un público que lo que quiere es cambio de dirigencia y lo demás les da igual.
¿No sabes qué hacer, Navarrete? Pregúntame entonces. Yo sí soy experto en estrategias de comunicación.
Pero no andes dándo pena ajena dando conferencias de prensa porque se te hizo bolas el engrudo con algo tan sencillo como la renovación de la dirigencia nacional.
Si el PRD es una marca, la mitad de los consumidores de izquierda la dejaron de consumir en protesta por el comportamiento de los que hacen el producto. Así que, ni modo, tendrás que cambiar a los que hacen el producto si quieres recuperar al consumidor de izquierda.
Eso lo entiende el público sin problemas. Y a menos de que encuentres la manera de que el público vuelva a preferir la marca PRD, el partido seguirá en crisis.
TIP: Cuando Bill Gates se dio cuenta de que el público estaba rechazando a la marca Microsoft en rechazo a sus prácticas comerciales, Gates de plano renunció a la gerencia general de Microsoft y ahora hasta le aplauden por dedicarse a obras altruistas.
Lo mismo puede pasar con los chuchos si están dispuestos a ceder.
Esa es la única manera de reinventar y relanzar la marca PRD. Todo lo demás, la verborrea y las quejas de que el público está desviando el tema, no sirve de nada. No para un público que está acostumbrado a votar por figuras visibles.
PD: En todo caso, ponle correa y bozal a tu achichincle Fernando Belaunzarán, que es el único que está haciendo abiertamente campaña política en redes sociales por la dirigencia del partido. Es tan patética esa campaña que precisamente por eso algunos están diciendo que mejor José Woldemberg.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario