Soy partidario de la regulación a Uber, por lo cual me parece bien que el Gobierno del DF lo haya regulado en la Capital de la República.
La regulación no es perfecta y no dejó contentos a los sitios de taxis, pero dificilmente cualquier regulación hubiera dejado contentas a todas las partes.
Veamos entonces lo bueno y lo malo de la regulación a Uber:
Lo bueno:
1. Las empresas como Uber y Cabify tendrán que pagar 1.5% de cada viaje al gobierno del DF sin transferir esa cuota a los usuarios. El dinero se usará para un Fondo para el Taxi, Movilidad y el Peatón que se usará para mejorar el servicio de taxis y de Uber.
De esa forma, Uber tiene un impuesto especial que empareja el nivel un poco con los taxis convencionales en términos de desembolso.
2. Los autos que se usen para Uber deberán contar con calcomanía cero, cuatro puertas, aire acondicionado, bolsas de aire delanteras, radio e identificación de registro ante Semovi.
De esa forma los taxis de Uber tienen que pasar por un proceso de registro similar al de los taxis convencionales.
3. Los taxis de Uber no podrán hacer base o sitio.
Buena medida. Así los sitios de taxi no tendrían competencia desleal.
Lo malo:
1. Los taxis de Uber no podrán recibir pago en efectivo ni con tarjetas. Es decir, sólo se podrán pagar por medio de una aplicación de smartphone. El problema con eso es que los radiotaxis que no usen una app quedan en el limbo.
2. Los autos que se usen para Uber tendrán que tener un valor mínimo de factura de 200 mil pesos.
El problema con eso es que los sitios de taxis pedían que el valor de factura de los autos de Uber fuera de 400 mil pesos. Supongo que para que Uber fuera un servicio VIP. Esto sí podría causar conflicto con los taxis convencionales, ya que le permitirá a más autos hacerles competencia.
PERO...
Dadas las demás regulaciones que se le van a poner a Uber, creo que el balance entre el costo del vehículo y las reglas que tiene que seguir está balanceado.
Insisto en que la regulación no es perfecta. Pero además falta que se reforme la regulación para taxis convencionales para que no tengan que desembolsar tanto dinero y no tengan que hacer tantos trámites para poder operar. Esa podría ser el complemento a la regulación a Uber en el DF.
Como quiera que sea, es un buen avance para la coexistencia de Uber y de los taxis convencionales en la Ciudad de México.
Y me imagino que tal vez seguirán las protestas de los taxistas que no están de acuerdo con Uber, pero deben reconocer que fue gracias a sus protestas que ya existe una primera regulación para Uber en América Latina. Mal no les está yendo.
Más bien deberían enfocarse ahora en que se relajen los costos y trámites para taxis convencionales.
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