Para sorpresa general, el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, dio su aval para que Manlio Fabio Beltrones sea impuesto por dedazo en la dirigencia del PRI.
Habría que analizar si esto en realidad es una maniobra de Peña nieto para que Beltrones se saque la rifa del tigre y así poder poner Peña Nieto a Osorio Chong en la candidatura presidencial priista en 2018.
Mire usted:
Para empezar, Enrique Peña Nieto no quería que Beltrones fuera el siguiente presidente del PRI. Sus gallos eran Alfonso Navarrete o Aurelio Nuño, ambos de su primer círculo.
Pero en el PRI está quedando cada vez más claro que el peñanietismo es sinónimo de pérdida de votos y de fracaso para el PRI, así que al caerse Nuño, a Peña Nieto no tuvo más remedio que acceder a que Beltrones fuera el siguiente presidente del PRI impuesto por dedazo.
El detalle es que vienen dos elecciones muy complicadas para el PRI, en las cuales podrían perder sus cajas chicas para compra de voto en 2018.
La primera es la elección de Veracruz en 2016. Si el PAN y el PRD hacen alianza en Veracruz, el PRI perderá uno de sus dos principales bastiones y cajas chicas -el otro es Edomex- y la culpa se la repartirán no sólo a Javier Duarte, sino también al Beltrones.
La otra elección complicada es la del Estado de México en 2017. Si el PAN y el PRD hacen alianza, postulando a Alejandro Encinas, por ejemplo, el PRI podría perder su bastión más importante.
Ahí la culpa se la echarían a Eruviel Ávila y a Beltrones.
Con esas dos derrotas encima, Beltrones no podría por ningún motivo ser candidato a la presidencia. Los ojos del priismo estarían puestos en Miguel Ángel Osorio Chong. Principalmente por el hecho de que de acuerdo con Reforma, tendría más preferencia electorla Osorio que Luis Videgaray y que Beltrones.
Supongo que Beltrones debe estar pensando que ya la hizo, y que el escaparate que la va a dar la dirigencia nacional del PRI lo va a catapultar a la candidatura presidencial priista.
Pero su claramente inexplicable imposición como dirigente del PRI lo que sugiere es que el grupo Atlacomulco quiere que Beltrones se caiga por su propio peso y así no tenga manera de reclamar nada cuando le nieguen la candidatura.
Por lo cual insistimos: Beltrones se sacó la rifa del tigre. Y la única manera en la que podría salir bien librado es confrontándose directamente con Peña Nieto.
Si no lo hace, además de que los priistas verán a Beltrones como pelele del que les costó un millón de votos en las elecciones de 2015, el desgaste de Beltrones en 2018 será tal que una vez más le impedirán ser candidato a la presidencia.
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