Ayer Elba Esther Gordillo se convirtió en trending topic durante horas en Twitter. Fue de los últimos, pero estuvo horas.
En El Universal, uno de los dos principales lambiscones del PRI, Ciro Gómez Leyva, le dedicó una columna a la ex líder del SNTE casi casi para que le tuviéramos lástima.
La aparente razón por la cual Gordillo estaba llamando tanto la atención fue por una comparecencia que tuvo el lunes para determinar si le permitían tener arresto domiciliario por su edad. El juez dijo que hasta el jueves se decidirá.
¿Y ya? ¿Eso fue todo?
Pues sí. Eso fue todo. Un show muy sin chiste que ya estaba más que cantado, además, puesto que la ley establece que por su edad puede seguir cumpliendo su condena en arresto domiciliario. Vamos, se sabúa desde hace dos años.
¿Entonces por qué tanto ruido con Gordillo si en otras ocaciones que han habido notas por su caso no pasa de ser nota de relleno?
Tal vez porque ahora el PRI está desesperado por un distractor.
El dólar se disparó a 16.72 y probablemente subirá más. El desempleo subió. La pobreza subió. La inseguridad también. Y Peña Nieto ya no sabe qué hacer para justificar el caos económico que le está causando al país.
Encima de eso, en el PRI están disfranzando una imposición por dedazo de Manlio Fabio Beltrones en la dirigencia nacional del partido como si se tratara de un proceso democrático... con un sólo candidato.
Ante esta desesperación del PRI por un distractor, el asunto de Elba Esther Gordillo les cayó de perlas. Por lo menos por un día las miradas estuvieron puestas en Gordillo y no en el desastre que causaron el PRI y Enrique Peña Nieto en el país.
El detalle con estos distractores es que no duran mucho. A lo mejor el jueves hay más ruido, pero, la verdad, lo mejor es ignorarlo y enfocarnos en lo que de verdad importa: señalar la crisis que está causando el PRI y la farsa de la imposición de Beltrones, la cual confirma que el PRI es un partido de ineptos que no tienen ni les interesa tener democracia.
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