sábado, 8 de agosto de 2015

Dictadura perfecta genocidio,cuidarse con otros @sladogna

Ante el genocidio que se despliega en México, en estos momentos, aparece una pregunta: ¿Cómo se articula el análisis, sea en cada cura, sea en sus propuestas teóricas cuando en la realidad va tomando cuerpo un deseo fascista que tiene sus manifestaciones, entre otras, en el genocidio paramilitar?
El análisis está sumergido en la vida cotidiana, allí despliega las condiciones de cada análisis, sea en cada cura, sea en cada una de sus formulaciones teóricas, así actuaba Jacques Lacan durante la ocupación alemana de Francia: Durante varios años me he apartado de todo propósito de expresarme. La humillación de nuestro tiempo, bajo los enemigos del género humano, me alejaba de ello, y después de Fontenelle me he abandonado a la fantasía de tener los puños llenos de verdades para cerrarlos mejor sobre ellos. Confieso esta ridiculez porque marca los límites de un ser en el momento en que éste va a dar testimonio ¿Habría que denunciar en ello algún desfallecimiento ante lo que de nosotros exige el movimiento del mundo, si nuevamente se me ha ofrecido la palabra en el momento mismo en que se revela hasta para los menos clarividentes que una vez más la infatuación del poder no ha hecho mas que servir a la astucia de la Razón? Júzguese con toda libertad cuanto puede sufrir mi búsqueda
Francesc Tosquelles Llauradó, psiquiatra catalán, uno de los inventores de la psicoterapia institucional, fue marxista republicano de sensibilidad libertaria, y en España tuvo ocasión de transformar la práctica médica durante la Guerra Civil. Tosquelles empleó prostitutas como personal sanitario,ver  filme Politique de la folie. Condenado a muerte por el régimen de Franco, se refugió en Francia, en el hospital psiquiátrico de Saint-Alban-sur-Limagnole, con sus maletas y dos libros, uno de ellos era la tesis de Jacques Lacan De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad que imprimió , durante la ocupación alemana de ese país, de forma clandestina como actividad terapéutica en el club de los enfermos del hospital. Tosquelles solo fue  reconocido como psiquiatra por México, solo ese gobierno lo reconoció pues en España, gobernada por Franco lo condenó muerte. Junto con Lacan, fueron varios los analistas que como Serge Leclaire –su nombre de guerra, era su nombre de guerrillero, Lacan le indicó que lo conserve como su nombre propio - combatieron a los nazis en Francia durante la ocupación, así como también habían convertido a los Hospitales psiquiátricos en centros de sobrevivencia y refugio para los resistentes, para que estos estuvieran cuidados pues lo  resistentes como para muchos otros ciudadanos franceses y para los soldados nazis hacían actividades "locas".

Escribo estas líneas tratando de colaborar  para despejar el estado de ánimo que nos embarga desde la ejecución paramilitar- si, fue eso- que se descargó sobre cinco jóvenes mexicanos que habitaban el Distrito Federal: Rubén, Nadia, Alejandra, Yesenia y Mile, en la colonia Narvarte, ellos creían estar en un supuesto refugio que sería el Distrito Federal. La ciudadanía saca fuerzas de la desesperanza, por ello es necesario que tome conciencia de un hecho: se está desplegando un genocidio, a veces, es solo selectivo, en otras ocasiones es masivo. Los ciudadan@s inquietos requieren tomar medidas de cuidado para seguir haciendo cosas y tratar de cambiar algo; se requiere cuidar, proteger a cada   activista pues estamos ante una guerra militar y paramilitar desplegada por el Estado de la dictadura perfecta: la democracia “representativa”.  Es pertinente hacer solicitudes a las instituciones del derecho y otras agencias del Estado a condición de saber que ese Estado seguirá dando más ejecuciones y complicidades con los ejecutores. Es necesario cuidarse unos con otros .Cuidarse ¿de qué?

¿Para qué una guerra militar y paramilitar genocida?



El día de ayer cuando asistí al acto efectuado en Buenos Aires, Argentina para lanzar un abrazo solidario a los periodistas, militantes sociales y ciudadanos de México que están siendo asesinados por una práctica del genocidio paramilitar –bandas de narcos- y militar- bandas del ejército, de la marina, de las diversas policías-, en ese momento   apareció ante mí una imagen clara de algo ¿Para qué el genocidio selectivo cómo el que se despliega en México?

Recordé a Carlos Marx  cuando estudió la invención y los requisitos para que haya fuerza de trabajo como mercancía ofertada en el mercado (cfr. El Capital, libro III: Producción del plusvalor absoluto. Cap.V:Proceso de trabajo y Proceso de valorización). El uso de la fuerza de trabajo es el trabajo mismo. El comprador de la fuerza de trabajo la consume haciendo trabajar a su vendedor. ¿Cómo se llega a eso? La mercancía fuerza de trabajo se pone en movimiento a sí misma, obrero, el empleado, el trabajador la ofrece, es lo único que tiene para vender y sobrevivir con esa venta. El capitalista adquiere la fuerza, hace que el obrero produzca un valor de uso especial, un artículo determinado.

¿Cómo es la máquina que permite crear o inventar una mercancía, la fuerza de trabajo que antes no existía?
Parafraseo a Marx: El trabajo es un proceso entre el hombre y la naturaleza. Eso se hace  cuando el obrero pone en movimiento fuerzas de su corporeidad: brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse de los materiales de la naturaleza bajo una forma útil para su propia vida. Por medio de ese movimiento sobre la naturaleza exterior a él  la transforma, y transforma a la vez su propia naturaleza.

Marx describe las primeras formas instintivas, de índole animal, que reviste el trabajo. La situación en que el empleado se presenta como vendedor de su propia fuerza de trabajo, ha dejado atrás, los tiempos primitivos, la situación en que el trabajo humano no se había despojado aún de su primera forma instintiva. Concebimos el trabajo bajo una forma en la cual pertenece exclusivamente al hombre. Una araña ejecuta operaciones que recuerdan las del tejedor, y una abeja avergonzaría, por la construcción de su panal, a más de un albañil.

¿Cómo se inventa la fuerza de trabajo?

La tierra (la cual, económicamente hablando, incluye también el agua), en el estado originario proporciona al hombre víveres, medios de subsistencia listos para el consumo , existe sin intervención del trabajo humano: un “árbol” de plátanos genera plátanos sin la necesidad de trabajo humano.

El capitalismo es una máquina que propicia el alejamiento de la naturaleza que implicó la invención de las ciudades. Allí comenzaron a desplegarse la vida de humanos que ya no tenían contacto directo con la naturaleza, entonces debían producir a partir de objetos extraídos de la naturaleza que llegaban a la ciudad: cueros de ganados sacrificados que dio lugar al sindicato de talabarteros; “embazar” (envasar se diría en el actual castellano, las comillas era para indicar que así estaba en la edición que tomé) los plátanos que otros recogían y llevaban a vender a las ciudades.

La existencia de fuerza de trabajo como mercancía, requiere humanos que hayan sido despojados de cualquier relación directa con la naturaleza: solo les queda para sobrevivir: obtener sus alimentos, sus vestimentas, su educación, su casa, solo lo pueden obtener vendiendo su mercancía: fuerza de trabajo. Tener plantas en el balcón de la casa es uno de los recuerdos de una articulación con la naturaleza que los habitantes de la ciudad ya no tenemos ni volveremos a tener. Se trata de la instalación de la no relación sexual, erótica, libidinosa con el objeto naturaleza. Con ese objeto ya no hay relación y tampoco volverá a realizarse, si es que en alguna ocasión o tiempo existió.

Naturaleza, fuerza de trabajo, genocidio

Cito al economista serio, según mi punto de vista,  Thomas Piketty en su estudio El capital en el siglo XXI  describe el proceso de concentración patrimonial producido por el actual capitalismo, en particular, incrementado a partir del actual neoliberalismo: aumentar la propiedad de tierras en forma geométrica, incorporar a su patrimonio  enormes extensiones de tierra. En fechas recientes a Rafael Correa, presidente del Ecuador se le  opuso una máquina de guerra blanda –medios, en particular TV, manifestaciones, partidos políticos- pues tuvo la osadía de intentar gravar con altos impuestos la renta patrimonial que se juegan y despliega en las grandes herencias. El gobierno se vio forzado a retirar y dejar para otra ocasión ese proyecto. En México una gran parte de las corporaciones industriales, comerciales, de servicios telefónicos, de medios de comunicación han recibido y reciben sumas millonarias pues son exceptuadas de pago de impuestos. En Grecia, uno de las exigencias del gran capital es que los griegos paguen sus deudas, deudas con fondos buitres, mediante la venta de parte de sus islas. El magnate Soros adquirió en Argentina, y no solo ahí, enormes extensiones de tierra en el Sur del país, en varios de esos terrenos, los pobladores ya no pueden acceder a lagos y ríos de montañas pues quedaron dentro de su propiedad privada.

En México  el Estado de Guerrero, de Morelia, de Morelos, de Sonora, de Sinaloa, de Coahuila, de Veracruz, de Chiapas, de Baja California, de Campeche, el Estado de México -solo cito algunos- suelen ser calificados de “Estados pobres”, se requiere ser un poco más preciso: son los ciudadanos de esos Estados, en un porcentaje superior al 75% que están en estado de pobreza mientras que las tierras, las aguas y las profundidades de las tierras de esos Estados contienen una enorme riqueza en términos de materias primas.

En Ayotzinapa, Guerrero la desaparición de los estudiantes no se realizó sin la activa complicidad de compañías mineras chinas, canadienses, alemanas que prosperan en la zona . El niño Erilberto Reyes García , 12 años,  Ostula, Michoacan fue asesinado en una acción del ejército. Allí un miembro o líder de las autodefensas locales, esas que no suelen andar pavoneándose con armas  y trocas de lujo frente la televisión, o sea que son sostenidas por la comunidad, ese líder Cemeí Verdía había sufrido tres atentados, el último planeado por miembros del gobierno estatal, municipal, mineros y lugartenientes de los llamados Caballeros Templarios. Quedo un niño muerto y a Cemei Verdía ahora lo llevan a prisión acusado de “robar un rollo de alambre”,  rollos con los que los propietarios de tierras demarcan los límites de sus terrenos, además, lo encierran en una prisión que está gobernada por los Caballeros Templarios fuerza paramilitar que custodia y protege a las grandes compañías que quieren quedarse con las riquezas naturales de Ostula y zonas cercanas.  

Breve: hoy el capitalismo neoliberal aceleró la concentración de tierras, las grandes compañías transnacionales de origen ruso, chino, canadiense, alemanas, francesas, estadounidenses, japonesas...requieren tierras, mantos acuíferos y minas. Ya no requieren de humanos - o de reservas de fuerza de trabajo para abaratar los costos- quieren las tierras. Entonces el genocidio, el ecocidio está destinado a dejar desierto de humanos las tierras, como ya ocurre en África, desiertos de humanos de tierras mediante su asesinato industrial: genocidio. Considero que este es uno de los nudos, es uno de los componentes de los diagramas que organizan la  guerra paramilitar y militar que hoy se despliega de forma abierta por medio del genocidio. Un genocidio no tiene inconvenientes en extenderse a las ciudades como lo demuestra la ejecución paramilitar de Rubén, de Nadia, de Yesenia, de Alejandra, de Mile ocurridos en la supuesta ciudad protegida del Distrito Federal.  Los ciudadan@s activos requieren tomar en serio un hecho: ellos, sus actividades no hacen nada clandestino ni ilegal, solicitan y buscan medidas justas, justicia y reparaciones pero en el marco de una guerra genocida, los paramilitares, los militares y las diversas policías del Estado los toman como enemigos a los "cuales hay que abatir de noche -inversa del verbo tirar-"(texto de la orden que recibieron mandos del ejército cuando hicieron lo que hicieron en Tlatlaya, Estado de México). Si los ciudadan@s toman nota de eso, requieren protegerse junto con otros, pues la desesperanza o el descuido los lleva a delegar o confiar en la protección de instituciones del Estado, eso no es suficiente o a veces solo es contraproducente pues esas instituciones permiten que los paramilitares- en sus diversas formas- obtengan datos para cometer sus acciones.


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