De acuerdo con Reforma, quien será la siguiente secretaria general del PRI es Carolina Monroy del Mazo.
Monroy es pariente de Alfredo del Mazo González, padre de Alfredo del Mazo Maza, ex alcalde de Huixquilucan, Estado de México, que además es primo de Enrique Peña Nieto.
En otras palabras, Enrique Peña Nieto puso a una de sus perientes en la secretaría general del PRI.
Lo cual sugiere que Manlio Fabio Beltrones sería entonces una mera figura decorativa en el PRI, y que la verdadera mano que mece la cuna por orden directa de Los Pinos será Carolina Monroy, quien es parte del Grupo Atlacomulco.
¿Más evidencias de que el verdadero poder en el PRI lo tendrá Peña y Beltrones sólo será figura decorativa? Consideren lo siguiente:
Carolina Monroy es hija de Juan Monroy, mentor de Arturo Montiel, a su vez tío de Enrique Peña Nieto y su padrino político.
Montiel le dio cargos públicos a Carolina Monroy entre 1999 y 2005 en puestos directivos.
Con Peña Nieto en el gobierno de Edomex, además, Monroy fue secretaria de Desarrollo Económico.
La cereza en el pastel: Monroy era alcaldesa de Metepec, Estado de México, mismo municipio que fue gobernado por César Camacho Quiroz entre 1991 y 1993.
De pilón, el esposo de Monroy, Ernesto Nemer, es actual subsecretario de Desarrollo Social del gobierno federal priista de Peña Nieto, y el hijo de Monroy y Nemer será regidor de Metepec.
Eso quiere decir que Peña Nieto y Camacho armaron una farsa para imponer por dedazo a Beltrones como figura visible al frente del PRI, mientras que el verdadero control del partido lo seguirá tendiendo el Grupo Atlacomulco.
Lo gracioso de esto es que todos los lambiscones del PRI en los medios, como Ciro, se desvivieron ayer para lamerle las botas a Beltrones, cuando en realidad quien manda es Monroy.
Esta situación, por cierto, confirmaría lo que señalamos ayer en esta columna, en la cual señalamos que la intención de Peña Nieto para imponer a Beltrones en el PRI es que las broncas que tenga el partido causadas por la ineptitud de Peña Nieto se las achaquen a Beltrones.
Ahora queda más claro que no sólo están imponiendo a Beltrones como figura decorativa en el PRI, sino que la intención es apaciguar a la militancia priista que ya no quiere a Peña Nieto en el PRI, pero además dándoles un chivo expiatorio para que no culpen al grupo cercano a Peña por el desastre en el que tienen al país y así no tener problemas para imponer por dedazo a Osorio Chong como delfín.
El detalle, es que mientras que la militancia del PRI creerá que el que manda es Beltrones, en realidad el que sigue mandando es el grupo Atlacomulco por medio de la pariente de Peña Nieto.
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