De acuerdo con El Universal, IDN, la corriente de René Bejarano, se convirtió en el fiel de la balanza en el pleito interno que tienen los chuchos con la corriente ADN por la coordinación de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados.
Los diez diputados bejaranistas podrían ser los que decidan si el coordinador es Jesús Zambrano, números dos de Nueva Izquierda, o Guadalupe Acosta Naranjo, impulsado por ADN luego de que Acosta rompiera con los chuchos.
Según El Universal, apoyar a Zambrano sería equivalente a cargarse del lado del PRI. Apoyar a Acosta Naranjo sería cargarse al lado del PAN (supuestamente Acosta propuso que el PRD hiciera alianzas con el PAN en las elecciones intermedias).
Lo que llama la atención es que El Universal -era su columna de chismes "Bajo Reserva" sugiriera que los Bejaranos mejor se cargaran con Morena.
La sugerencia es súmamente mañosa y al único que le ayudaría sería al PRI.
MORENA tiene en total 35 diputados. El PRD tiene 56. Si los 10 diputados de IDN se van a Morena, no sólo Bejarano pierde todo lo que le queda de poder en el PRD (poco menos del 20% del partido, lo cual no es nada despreciable) sino que además Morena no alcanza a empatar al PRD, ya que quedaría con 45 diputados contra 46 del PRD.
En otras palabras, se incrementaría la división de la izquierda, que es precisamente lo que le conviene al PRI.
Obviamente si apoya a Zambrano, IDN le estaría ayudando al PRI a tener un aliado en San Lázaro, ya que fue Zambrano quien firmó a título personal el Pacto por México. IDN, como se recordará, se opuso a la firma del Pacto y le reclamó a Zambrano por haberlo firmado.
En cambio, si IDN apoya a Acosta Naranjo el PRI pierde fuerza en la Cámara de Diputados, que es lo que urge en este momento para poder derrotarlo en 2018.
"¡Pero entonces se fortalece al PAN!" dirán algunos.
Pues no.
Aunque el coordinador del PRD decidiera alinearse con el PAN, el PAN está tan dividido y tan mal organizado que ni con el apoyo del PRD en San Lázaro podría levantarse rumbo a 2018.
Lo que sí beneficiaría una alianza PAN-PRD en San Lázaro sería el poder ir consolidando alianzas electorales entre ambos partidos para las elecciones de Oaxaca, Puebla, y Veracruz, a celebrarse el año entrante.
En Oaxaca sólo una alianza entre PAN, PRD y MC podría evitar que regresara el PRI. Lo mismo en Puebla. Y en Veracruz una aliana PAN-PRD-MC podría quitarle por primera vez el poder al PRI en ese estado.
"¡Pero eso es fortalecer al PAN!" insistirán en la ultra.
De nuevo: NO.
Las alianzas PAN-PRD en Oaxaca y Puebla no le dieron más poder al PAN. De hecho, due dos años después de esas elecciones que el PAN cayó al tercer lugar en preferencia electoral luego de las elecciones de 2012.
Al mismo tiempo, esas alianzas le quitaron presupuesto al PRI para comprar votos.
Esas alianzas lo que lograron fue que el PRI se arrinconara y echara mano de los presupuestos de Edomex y Veracruz para poder comprar votos.
En 2012, por ejemplo, fueron descubiertas bodegas con despensas del PRI y un avión del gobierno de Edomex fue descubierto cargando maletas con millones de pesos en efectivo que, según dijo el PRI, eran para festivales regionales, pero todo el mundo lo vio como dinero enviado a la campaña de Peña Nieto para comprar votos.
Así que si una alianza PAN-PRD le quita Veracruz al PRI, sólo le quedará el presupuesto de Edomex para comprar votos de manera masiva en 2018.
Sin Veracruz, por cierto, será absolutamente imposible que el PRI gane una elección presidencial.
Por último, aliarse con el PAN en San Lázaro también abriría el camino para que el PRD haga alianza con el PAN en el Estado de México en 2017. Si además de quitarle Veracruz al PRI, una alianza PAN-PRD le quita Edomex, se acabó el PRI. Perdiendo sus dos principales bastiones el PRI se queda sin posibilidad alguna de ganar en 2018.
"¡Pero es que el PAN también firmó el Pacto por México y aprobó la privatización de Pemex!" insistirán los necios en la izquierda.
En efecto, el PAN hizo esas cochinadas. Pero el PAN no va a poder ganar la presidencia en 2018. La ganará la izquierda. Y una vez que eso pase, se echarán abajo las reformas del Pacto por México.
Por lo cual insistimos: la verdad, René Bejarano debe apoyar a Acosta Naranjo. Significaría derrotar políticamente a los chuchos, quitarle un aliado al PRI en San Lázaro, e ir construyendo la derrota del PRI en 2018.
A cambio, el PAN no gana nada y sus divisiones internas seguirán achicándolo cada vez más.
Cargarse con Morena sólo le ayudaría al PRI y mantendría el control de los chuchos sobre la bancada del PRD.
Los ultras de Morena no lo van a querer entender porque para ellos es más importante la falsa "dignidad" -digo falsa porque se aliaron con Cuauhtémoc Gutiérez cuando les convino- que desarrollar estrategias que de verdad puedan dorrotar al PRI.
El PRI, por su parte, aprovecha la pazguatez y el fanatismo de Morena y sus ultras para sacarle provecho a su favor.
¿Para qué ayudarle al PRI entonces? Vivir eternamente bajo la bota del PRI nadamás por no tener visión política ni estrategia no es digno. Es humillante.
Y si de lo que se trata en Morena es de vivir humillados, pero con la filosofía del "me la metió pero se la cagué", entonces no gracias; yo lo que quiero es que el PRI ya no siga en el poder, no hacer como que "gané" con 8% del voto, pero viviendo ensartado por el PRI durante 6 años más.
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