La Ronda Uno de la privatización de Pemex resultó un fracaso y puso en jaque al ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto.
No sólo no quisieron participar en la Ronda Uno las grandes trasnacionales como Exxon, Shell, Chevron y BP, sino que, además, de los 14 bloques que se pensaban licitar a privados para extracción de petróleo en aguas someras del Golfo de México, sólo dos se licitaron. En los otros 12 las licitaciones se deeclararon desiertas.
Y en los dos bloques que sí se licitaron, la licitación fue de plano un robo a la nación, ya que la empresa privada que ganó la licitación se quedará con casi la mitad de la ganancia en uno y casi la tercera parte en otro.
La Ronda Uno empezó mal al presentarse con propuestas para licitación sólo 9 de las 24 empresas que mostraron interés inicial en participar.
De las 9 empresas que participaron, sólo a una, Sierra Oil, le otorgaron una licitación por dos bloques en aguas someras del Golfo de México; los bloques 2 y 7.
Las licitaciones para los demás bloques quedaron desiertas, ya que ninguna empresa quiso quedarse con menos del 44.01% de la ganancia.
Con la excepción de la petrolera noruega Statoil, ninguna de las empresas que participaron en la Ronda Uno, es parte de las grandes trasnacionales, como Exxon, Chevron, Shell y BP, empresas que simplemente no se quisieron presentar a participar en la Ronda Uno.
Exxon y Chevron, además, no se presentaron a la Ronda Uno a pesar de que habían sido precalificadas como parte de las 24 empresas que podían participar en la licitación.
Los dos bloques que sí se licitaron a la empresa Sierra Oil, los número 2 y 7, le costarán a México casi la mitad y casi la tercera parte de la ganancia por aceptar que un privado extraiga petróleo, ya que por el bloque 2 se le pagará a Sierra Oil 44.01% de la ganancia petrolera y por el bloque 7 se le pagará 31.01% de la ganancia.
Lo cual quiere decir que México sólo obtendrá alrededor de 24.63 dólares de ganancia por cada barril que se extraiga en el bloque 2 y 30.35 dólares por barril en el bloque 2 a precios actuales de 50 dólares por barril en promedio.
Peor; analistas esperan una nueva caída del precio del petróleo en 2016, por lo cual la ganancia que obtendría México sería menor si eso ocurre.
PEÑA NIETO EN JAQUE
El gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretendía que se licitara por lo menos el 30% de los bloques de la Ronda Uno. Es decir, por lo menos 4 bloques, pero sólo se licitaron 2.
Esto indica una notoria falta de interés de empresas privadas por hacer extracción en aguas someras en México, la cual es la más fácil y la más lucrativa.
La falta de interés indica que las emrpesas privadas no están dispuestas a aceptar menos de la mitad de la ganancia del petróleo mexicano o de plano el clima político y de seguridad en México no les da confianza, ya que dos trasnacionales que mostraron interés inicial en la Ronda Uno, Exxon y Chevron, nisiquiera se tomaron la molestia de aparecerse a la Ronda Uno a pesar de que fueron aprobados para participar.
Si fue poco el interés de las empresas privadas en los bloques en aguas someras, donde es mayor la ganancia y más fácil la extracción, el interés de las trasnacionales para aguas profundas y shale podría ser aún menor, ya que extraer petróleo en aguas profundas tiene un costo de 50 dólares por barril, mientras que extraer petróleo de shale tiene un costo de 45 dólares por barril.
Lo cual pone en jaque a Peña Nieto debido a que el PRI pretendía que empresas privadas aumentaran la producción de petróleo en México, lo cual no ocurrirá si la mayoría de las licitaciones se declaran desiertas.
Y si no hay mayor producción de petróleo, ni mayor ingreso para enfrentar la crisis económica actual, el PRI perderá la presidencia en 2018 si existe una alianza de izquierda para enfrentarlo.
MEXICANOS SEGUIRÁN PAGANDO GASOLINA CARA
También cabe señalar que el dinero que Pemex desperdiciará pagando a privados por extraer petróleo en aguas someras, algo que Pemex ha hecho por su cuenta con mayor ganancia, se podría usar ya sea para reinvertirlo en Pemex y aumentar la producción, o para bajar el precio de la gasolina.
Pero como ahora costará más extraer el petróleo en México, debido a la reforma energética, los mexicanos tendrán que seguir pagando gasolina cara para tapar el boquete fiscal que dejó la reforma energética.
Mientras tanto, la falta de interés de las trasnacionales en extraer petróleo en México sugiere que no ven negocio en la reforma energética de Enrique Peña Nieto. Por lo menos a los precios actuales. Ni lo verán el año entrante, ya que se espera otra caída del precio del petróleo en 2016.
Esto, como dijimos, se traduce a malas noticias para Peña Nieto y el PRI, ya que al no generar ingresos significativos la Ronda Uno, los problemas económicos del país continuarán, y quienes pagarán serán los consumidores de gasolina y la clase media.
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