Después de ver a criminales como Claudio X González o la charlatana Dra. Sylvia Schmelkes y de ver su éxito, he llegado a la conclusión que en México se puede hacer harto dinero si convences a la clase política (la cual rebuzna) que apoyen una idiotez que se te ocurra. Nada más tienes que decirles que se hincharan de plata si te apoyan. Así pues, he decidido impulsar La Reforma de las Nubes y buscar el apoyo de la clase política para ello.
En pocas palabras, esta reforma consiste en limpiar el cielo de México de nubes que son fabricadas artesanalmente por la naturaleza y no de acuerdo a estándares internacionales. Se fabricaran otras nubes y ahí los políticos se harán de harta lana. Para dormir a la plebe y obtener su apoyo se les dirá que México no puede competir en el ámbito internacional si sus nubes no están a la altura.
Propongo crear el Instituto Mexicano de las Nubes, INMENU, para llevar a cabo el objetivo de tener nubes de calidad internacional (no definimos, como Schmelkes, que es “calidad”). Por supuesto yo seré el director y tendré un sueldote.
Lo primero que buscara el INMENU es eliminar a las nubes del cielo de México. Creo que el gobierno nos podría pasar una feriesota o contratar un crédito con el FMI para tal efecto. Se contraria al ITAM (y no a los comunistas de la UNAM) para encontrar el método de lograrlo. Periódicamente se solicitarían más fondos (debido a que "estamos sufriendo retrasos por problemas técnicos") y chance hasta Televisa hace un NUBETON si le prometo al cara de muerto Azcárraga parte del negocio.
Como parte de la reforma fiscal se empezara a cobrar impuestos por las nubes que tenga usted sobre su casa. Esto incluye también las neblinas. Hacienda actuara con mano de hierro en estos casos. Parte de esos impuestos se irán, por supuesto, al INMENU y de ahí a mi bolsillo.
Finalmente, se privatizara la fabricación de nubes en nuestro país. Empresarios como Slim, Claudio X González, etc. podrán participar. Y no, tampoco nos ajustaremos a los modelos caducos resultantes de un nacionalismo arcaico pues dejaremos que las transnacionales también puedan producir nubes en México.
Por supuesto, la lluvia que caerá de las nuevas nubes seguirá siendo propiedad de los fabricantes. De ahí que si un ciudadano quiere usarla para tomarla se le debe de cobrar los derechos del caso.
Tengo la seguridad de que si el gobierno y la iniciativa privada me apoyan podre dejar de camellar y tampoco lo tendrán que hacer ni mis nietos o bisnietos. ¡Ya la hice! ¡Me voy a hinchar de plata! Tendré hasta casota blanca en Malibu, California, con gringas tatuadas asoleándose junto a una albercota.
Atte.
Mario Quijano Pavón
Futuro Director del INMENU
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