El viernes 17 de julio renunció a su cargo de Secretario de Gobierno de Veracruz el ex panista Gerardo Buganza para contender como candidato independiente a la gubernatura de ese estado.
Claramente, esa candidatura es el alfil que le podría ayudar a Javier Duarte a dividir el voto opositor en 2016 y así asegurar que el PRI continúe con su cacicazgo en Veracruz.
Buganza perdió la interna para la candidatura panista a la gubernatura de Veracruz en 2010 y se sumó al gobierno de Javier Duarte, donde ha sido funcionario sin quejarse una sola vez de la pésima administración priista.
Ahora, Buganza pretende montarse en la moda de los candidatos independientes alegando que quiere "encabezar un gobierno que regrese el sentido ciudadano a la política, el que debe servir para que la gente pueda vivir y superarse."
¿Ese no es el gobierno priista? ¿Entonces por qué Buganza estuvo AÑOS en el gobierno de Duarte sin quejarse de que su gobierno no tenía sentido ciudadano para que la gente pudiera "vivir y superarse"?
Buganza no ganaría, desde luego. Al no ser Veracruz un estado con una clase media amplia, el voto mayoritario es por partidos y por costumbre. Ningún independiente podría ganar.
Sin embargo, Buganza, al ser ex panista, sí podría quitarle votos al candidato que, de hacer alianza con el PRD, sí podría ganarle al PRI en Veracruz: Miguel Ángel Yunes, a quien Duarte sí le teme en serio.
La realidad de las cosas es que en Veracruz ninguno de los electores jodidos que venden su voto al PRI por una despensa van a votar por un candidato independiente. Pero varios los panistas, que son menos, sí podrían creerse el choro de que si en Nuevo León se pudo, en Veracruz también, y que es el mismo que usa Buganza.
"Si en un estado como Nuevo León, un candidato como El Bronco desafió y le ganó a los partidos tradicionales, en Veracruz tenemos la determinación y la fuerza para encabezar las verdaderas aspiraciones de la gente", dio Buganza.
Lo cual es una tomada de pelo, ya que ni la "determinación" ni la "fuerza" pueden contra millones de votos comprados con despensas.
Por la sencilla razón, insisto, de que en Veracruz hay más pobreza que en Nuevo León y menos clase media, por lo cual el voto priista se basa en la compra de votos pobres, mientras que el voto panista se basa en el enojo de la clase media panista contra el PRI.
Por otro lado, El Bronco tuvo el apoyo del empresariado de Nuevo León y era un producto muy folklórico, como lo fue Vicente Fox en su momento.
Buganza ni tiene el respaldo del empresariado ni es folklórico. Tal vez convenza a algunos panistas pero no convencerá a ningún priista.
Y si eso pasa, el voto opositor en Veracruz se dividirá, mientras que el voto priista seguirá intacto.
Siendo el caso, el PRI tendría garantizado el triunfo en 2016 en Veracruz. No por ser más popular, sino, como ocurrió en las elecciones federales intermedias, por división del voto opositor.
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