El dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete, anunció ayer que propondrá un plan de "relanzamiento" de su partido durante la próxima sesión del Consejo Nacional perredista el 7 y 8 agosto.
El detalle es que hizo esa declaración cuando se le acercó la prensa durante el sexto informe del gobernador priista de Querétaro, José Calzada.
Lo cual demuestra que Navarrete de verdad no se da cuenta de que de nada va a servir que "relance" al PRD si él mismo sigue asistiendo a eventos de los priistas, como si no hubieran hecho fraude en 2012, o como si un día antes Enrique Peña Nieto, en un evento al cual también fue Calzada, se lanzó contra la izquierda, tachándola de "populista".
"Bueno, es que es un evento institucional", dirán los chuchos.
¿Y qué?
¿No podía Navarrete mandar a algún representante? ¿Por qué tenía que ir él?
¿Cómo va Navarrete a "relanzar" al PRD si sigue con las mismas prácticas de Nueva Izquierda de cercanía con el PRI? ¿No se da cuenta de que por esas prácticas de Nueva Izquierda mucha gente votó por Morena?
Ya nadamás falta que Navarrete diga "aquí está mi plan para relanzar al PRD. Analícenlo y me dicen qué deciden ya que regrese del tercer informe de Peña Nieto".
Ir a un informe de un priista luego del escupitajo de Peña Nieto a la izquierda francamente es una muestra de debilidad por parte de Navarrte. No es mesura, ni es diálogo, ni es "modernidad". Es un error garrafal en el mejor de los casos y en el peor un ejemplo de cobardía y torpeza política.
OJO: Nisiquiera estamos diciendo que el PRD haga marchas, plantones, protestas o tomas de tribuna. Simplemente que su dirigencia tenga la dignidad de responder a los ataques del PRI rechazando ir a sus eventos y señalando ante la opinión pública que no puede haber convivencia en un ambiente de agresiones desde el ejecutivo federal.
¿Tan difícil de entender es eso, Carlos Naverrete y Jesús Ortega? ¿Por qué tiene que aguantar el PRD que los agreda Peña Nieto como si no hubiera pasado nada?
El PRI le declaró la guerra a la izquierda, y si la dirigencia nacional del PRD nacional sigue comportándose como mascota de Peña Nieto, en vez de portarse como partido de oposición, por mucho que relancen al partido van a seguir perdiendo votos.
PD: Lo que los votantes de izquierda quieren no es un relanzamiento, sino acciones concretas del PRD para hacere de verdad oposición a Peña Nieto. Por eso mucho se fueron con Morena. Pesa más ante la opinión pública una acción contundente que todo el marketing y promesas de relanzamiento que los chuchos puedan hacer.
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