El pasado míercoles 6 de mayo Reforma publicó que Pemex se quejó en su informe anual que la aprobación de la reforma energética que privatiza el sector privado le genera problemas que la debilitan, lo cual se traduciría en pérdidas de dinero para México.
Pemex se quejó, por ejemplo, de que ahora Pemex tiene que hacer fuertes inversiones para mantener sus niveles de producción actuales y para incrementar las reservas probadas de petróleo.
El problema es que además le redujeron los rendimientos a Pemex y su capacidad para obtener financiamiento, por lo cual no puede aumenatar sus inversiones, sino al revés: tiene que disminuirlas.
Encima, ahora Pemex tiene que enfrentar competencia por el derecho de explorar y desarrollar nuevas reservas de petróleo y gas.
"El aumento en la competencia en el sector energético en México puede tener un impacto negativo en los resultados de operación y condiciones financieras de Pemex", dice textual el reporte.
Lo cual demuestra lo que la izquierda denunció una y otra vez: Que la reforma energética privatizadora de Enrique Peña Nieto lo que busca es la desaparición de Pemex para que todo el petróleo mexicano quede en manos de privados.
El problema es que entre menos ingreso tenga Pemex, más tendrá que subir el gobierno los impuestos a los mexicanos encima de los gasolinazos anuales que ya aplica.
O dicho de otro modo, por culpa de la reforma privatizadora del PRI y del PAN, la clase media va a tener que pagar más impuestos.
Recuérdelo a la hora de ir a las urnas en junio próximo.
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