Ayer hubo elecciones municipales en España, que son la antesala de las elecciones presidenciales de diciembre próximo.
El partido que tuvo más votos fue el franquista Partido Popular (el de Aznar y Rajoy) con poco más del 27% del voto, seguido en segundo lugar por el PSOE (el de Zapatero) con poco más de 25% del voto.
El resto del voto se dividió entre otros partidos, pero principalmente entre el nuevo partido de derecha "Ciudadanos", el cual obtuvo alrededor de 6.5% del voto, e "Izquierda Unida", con 4.7% del voto. Otros partidos se llevaron no más de 2.9%.
OJO: El 4.7% de Izquierda Unida pudo haber derrotado al PP si se hubiera sumado al 25% del PSOE.
Podemos, el nuevo partido de izquierda, no presentó candidatos, así que no ganó nada. Pero sí le ayudó a otros partidos.
¿Qué quiere decir este revoltijo? Varias cosas:
1. El PP se desplomó. Si bien tuvo la mayor cantidad de votos, no ganó ni la tercera parte del voto, cayendo de 44% en las elecciones generales de 2011. Una pérdida de 17% del voto. Quitándole el 6.3% de Ciudadanos, más de 10% adicional fueron votantes que de plano prefirieron irse a otras opaciones electorales.
2. El PSOE sólo perdió 3.7% del voto. Lo cual quiere decir que Izquierda Unida y Podemos no lograron una cantidad importante de votos -definitivamente no como para ganar la presidencia en diciembre- pero sí lograron dividir lo suficiente el voto de izquierda como para que el PP pudiera seguir teniendo la mayor parte del voto por partido.
3. La derecha española tiene en conjunto 33% del voto y la izquierda tiene 29.7%, lo cual es 1% más que en 2011.
Con estos números se ve difícil que la derecha española sea derrotada en las elecciones de diciembre. Si el PP mantiene el 27% del voto, el PSOE necesitaría el 4% de Izquierda Unida para ganar. Sin ese 4%, la derecha franquista seguirá en el poder otros 4 años.
Ahora bien; Una situación similar ocurre con MORENA en México en 2015. No va a rebasar al PRD. Ni tendrá suficientes votos para ganar en ninguna elección municipal ni de diputados. Mucho menos en gubernaturas. Pero al dividir el voto de la izquierda, MORENA sí ayudará a que el PRI y el PAN ganen en donde pudieron haber sido derrotados con una izquierda unida.
Y si en 2018 MORENA aplica la misma división, el triunfo del PRI estará garantizado.
Así que MORENA debe aprender de lo que está pasando en España y poner sus barbas a remojar.
Porque a diferencia de España, donde se elige al gobierno en base a la composición del parlamento -y por ende se pueden repartir los cargos entre los partidos- en México se lleva todo el que tiene el porcentaje más alto.
Si en 2018 el PRI tiene 33%, el PAN 22%, el PRD 30% y MORENA 15%, el PRI seguirá en el poder a pesar de que la mayoría de los electores votaron por la izquierda.
Así que tanto MORENA como el PRD (y MC y PT) deben ir empezando a contentarse entre ellos si de verdad quieren la presidencia en 2018. No hacerlo garantizaría el triunfo del PRI y 6 años más de miseria para México.
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