No tengo nada en contra de Uber, pero sí creo que el problema que está generando en el DF -y en otras partes del mundo, ya que el problema no es exclusivo del DF- sólo se va a solucionar si se regula a Uber y se reducen los costos operativos para los taxis convencionales.
El alegato de los que defienden a Uber es que los taxis convencionales cobran mucho (cobra más Uber), están sucios, en mal estado, y los taxistas son groseros.
Nadamás que esos taxis tienen que hacer gastos que no tienen que hacer los de Uber:
1. Comprar las placas para taxi. Vaya usted a Mercado Libre y va a encontrar placas para taxi del DF en venta entre 80 mil y 85 mil pesos. El costo del trámite es mucho menor, pero luego se revenden, lo cual aumenta su precio ya que se supone que hay un número limitado de registros de placas. Hace 2 años se calculaba que un taxista gaban de 400 a 500 pesos diarios, con lo cual necesitaría usar todo su ingreso -sin tener para comer- durante 160 días en el más optimista de los casos sólo para pagar las placas.
2. Pintura. Con esto de que a los taxistas los ponen a cambiar la pintura de sus taxis cada sexenio, además tienen que desembolsar alrededor de 10 mil pesos por la pintura. Durante los días que se pintan los taxis, éstos no pueden circular, además. Es decir, la pérdida de dinero se incrementa.
3. Desgaste. Los taxis de Uber no hacen la misma cantidad de viajes que hacen los taxis convencionales, ya que sólo operan cuando los llaman. Los taxis convencionales están activos todo el día. Esto implica un desgaste adicional que también tiene un costo en reparación y mantenimiento.
Lo más irónico del caso es que cuando los taxistas convencionales suben el precio porque ya no les alcanza para la gasolina, todos se quejan. Pero no se quejan de que Uber cobre más "porque me regalan una botella de agua".
Con la pena pero ¡no mamen!
Si los taxis de Uber estuvieran activos todo el tiempo, subiendo y bajando pasaje, obviamente también se verían más sucios y desgastados. No se ven así porque tienen menos pasaje. Pero para el pasaje que tienen le sale más barato a Uber porque no pagan placas ni pintura, ni desgaste adicional.
¿Qué hacer entonces? Pues muy sencillo: emparejar el piso para que los taxis convencionales puedan dar un mejor servicio. Los pasos a seguir serían estos:
1. Regular a Uber exigiéndoles el registro de sus vehículos como taxis y adquiriendo las placas y documentación correspondiente.
2. Eliminar el límite de registro de placas de taxi y bajar considerablemente de precio el costo del registro tanto para taxis convencionales como para Uber. Digamos a 5 mil pesos. Al no haber un límite, no habría manera de que las placas de taxis se pudieran revender en 80 mil pesos y para un taxista nuevo no sería tan oneroso pagar por su registro. Uber no le perdería gran cosa -lo recupera con sus precios altos- y los taxistas convencionales tendrían dinero adicional para invertir en mejorar sus vehículos.
3. Inspecciones de limpieza. Si el problema es la limpieza del vehículo, entonces a cambio de reducir el costo de la placas se podría instaurar una revisión de limpieza para todos los taxis para asegurar que se le dará un buen servicio al cliente.
Y punto. Asunto arreglado. Uber sigue circulando y los taxistas convencionales estarían en una mejor situación para ofrecer un mejor servicio.
Pero para hacer eso se requiere de voluntad política. No se va a acabar Uber si lo regulan. En cambio, los taxis convencionales estarían en una mejor posición para mejorar su servicio. Así el que quiera pagar más por una botella de agua con Uber, pues que lo pageue. Y quien no lo quiera pagar pues que use taxis convencionales que podrían mejorar si no tuvieran que gastar tanto en registros, pintura y reparaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario