Xóchitl Gálvez, candidata del PAN a Jefa Delegacional de Benito Juárez, interpuso una queja ante el IEDF contra el candidato del PRD a diputado local, Victor Hugo Romo, porque Romo señaló en Twitter que Gálvez recibió más de 2 millones de pesos en contratos del gobierno federal cuando era funcionaria del gobierno de Vicente Fox y le añadió el comentario "puro tráfico de influencias."
El detalle es que Gálvez admite que los contratos sí le fueron otorgados a su empresa.
De acuerdo con Reforma, Gálvez alega que los 17 contratos que recibieron las empresas High Tech Services SA de CV, y Operación y Mantenimiento a Edificios Integrales, por 2 millones 70 mil pesos, no fueron ilegales porque quien otorgó los contratos fue la CONAGUA y no la Comisión de Pueblos Indígenas, de la cual era titular.
Pero eso es una falacia, ya que Gálvez no tenía que ser la titular de la CONAGUA para que hubiera conflicto de interés, ya que era una de las funcionarias emblemáticas del sexenio de Fox.
Y ni modo que no supieran quien era Gálvez en la CONAGUA.
Otro alegato de Gálvez: que ella no estaba al frente de la empresa cuando le dieron los contratos y por lo tanto no hay conflicto de interés.
Tampoco se sostiene. Una de las empresas era de ella y otra de su esposo. Aunque ella no estuviera al frente de la empresa, sigue siendo ella la beneficiada.
Otro alegato más de Gálvez: que los montos evidencian que no se puede calificar como enriquecimiento ilícito y que sólo si no hubiera entregado los bienes y servicios que se contrataron se podría considerar como daño al erario.
Lo cual es también una falacia, ya que no importa el monto. El hecho concreto es que dos empresas de Gálvez recibieron dinero del erario cuando ella era funcionaria.
Así que ahora que ya la cacharon a ella, luego de que prometió "cachar a corruptos", Gálvez va y pone una queja contra Romo por "calumnias" porque Romo hizo el comentario de que los contratos de Gálvez son tráfico de influencias.
Una pregunta para Gálvez: ¿Antes de que ella fuera funcionaria del gabinete de Fox sus empresas habían recibido contratos del gobierno?
Si responde que sí, puede decir que recibir los contratos no fue consecuencia directa de ser funcionaria del gobierno de Fox. Pero no puede decir que no hubo conflicto de intereses ni que sus empresas estaban en una posición mucho más favorable que antes de que fuera funcionaria.
Pero si responde que sus empresas nunca habían recibido contratos antes de que Gálvez fuera funcionaria del gabinete de Fox, entonces no hay manera de que Gálvez lo niegue: recibió contratos cuando llegó al gobierno.
Y eso sí se puede considerar tráfico de influencias.
PD: Dice Xóchitl Gálvez que ser empresario no es delito. No, no lo es. Pero ser empresario y beneficiarse siendo funcionario al mismo tiempo sí lo es.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario