En una columna publicada el viernes pasado mencioné que Andrés Manuel López Obrador se equivoca al pretender que la gente no va a vender su voto nadamás porque les dice que eso es "vendr la dignidad" y "el futuro de los hijos." Porque a la gente corrupta que vende su voto (nadie lo hace por necesidad) le vale madre la dignidad y si por ellos fueran venden hasta a su madre.
Dije también que la gente de todos los niveles de ingreso hacen lo que hacen en base a incentivos. Y que si se pretendía frenar la compra de votos, sólo se podría hacer con incentivos que pesaran más que una despensa o que una tarjeta Soriana.
Hay de todo tipo de incentivos. Desde económicos (que son tangibles) hasta sociales (que son psicológicos).
Como una despensa es un incentivo económico para vender el voto, sólo hay dos maneras de combatirla:
1. Con otro incentivo económico mayor (pagar más por NO vender el voto).
2. Con un incentivo psicológico que espante a la gente lo suficiente como para no vender su voto.
Eso de "vender la libertad" y "vender la dignidad" y "vender el futuro de los hijos" no espanta a los que venden su voto porque con toda facilidad pueden responder:
"¿Cúal libertad? No tenemos libertad. ¿Cuál dignidad? ¿De qué me sirve tener dignidad si estoy jodido? ¿Cuál futuro de los hijos? El único futuro que tienen es que van a estar igual de jodidos que yo. Mejor vendo mi voto que es el único producto que tengo para vender y así me ahorro una semana lo que gasto en comida y me lo gasto en alcohol para ponerme bien briago y que se me olvide un poco la miseria en la que vivo, ya que con lo pedo y lo dormido, se siente menos lo jodido."
Así que el incentivo psicológico a usar en este caso tiene que se otro.
¿Qué incentivo? Muy fácil; Balconear a los que venden su voto.
¿Se acuerdan que MORENA estuvo poniendo mantas con las fotos de los legisladores que aprobaron la reforma energética diciendo que son traidores a la patria? Lo mismo se puede hacer con los que venden su voto.
Esto sería particularmente eficaz en poblaciones pequeñas en las que todo el mundo sabe quién es todo el mundo.
Supongamos, por ejemplo, un día se le entregan volantes a todas las casas advirtiendo que quien venda su voto será exhibido públicamente.
"Estaremos vigilando y quien venda su voto será fotografiado y su foto y su nombre aparecerá en volantes que repartiremos en todas las casas para que sepan quién vendió su voto."
Nadamás con ese incentivo -la advertencia de que sean balconeados en público- varios la pensará dos veces antes de vender su voto.
Pero para que de verdad funcione esto, se las tienen que cumplir. Quien quiera frenar la compra de voto tendría que enviar fotógrafos -con celulares- a recorrer la población para fotografiar a los que vayan a vender su voto. Y una vez con teniendo las fotos, se imprimen y se ponen en un "muro de la vergüenza" y se reparten con volantes.
Si Andrés Manuel de verdad quiere incentivar a la gente para que no venda su voto en 2018, esa debe ser su estrategia: fotografiar a los que lo hagan en 2015 y pasársela el resto del sexenio advirtiendo que van a hacer lo mismo a nivel nacional y que además van a hacer una lista de vendedores de votos que todo el mundo podrá ver.
Algo así como un buró de crédito electoral.
Porque si Andrés sigue con sun onda de que "ándenles, porfis, no sean malitos, no vendan su voto porque es como vender la dignidad", no va a lograr nada.
PD: Si usted que nos está leyendo cree que esto que estamos escribiendo es una buena idea, no se espere a que lo haga Andrés Manuel porque, la verdad, dudo mucho que lo haga. Hágalo usted. ¿Se queja de la compra de votos? Tenga los tamaños para combatir la compra de votos de la que tanto se queja. Porque ni Andrés Manuel ni MORENA van a hacer nada. Desde hace años se les ha dicho que no funciona su estrategia y la siguen repitiendo.
PD2: Ni se les ocurra decir que "es que no sería justo porque la gente pobre lo hace por necesidad." Eso es falso. Nadie que sea pobre deja de tener necesidad con una despensa o con 200 pesos. Venden su voto por corruptos. Nada más. Mientras la izquierda no quiera entender que ser pobre no hace a nadie virtuoso, y que la corrupción también ocurre entre los pobres, la derecha seguirá aprovechándose de esa pazguatez para hacer de las suyas sin que la izquierda haga nada para cambiar las cosas. Hay pobres honestos y hay pobres corruptos. Y hay gente honesta rica y gente corrupta rica. La izquierda debe enfocarse en denunciar a los corruptos sean pobres o sean ricos.
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