Según el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, Toyota y otras empresas trasnacionales vienen a México porque México está de maravilla. Casi casi en Foxilandia.
Pero eso es una mentira más de Peña Nieto. Toyota no viene a México porque México esté bien, sino porque los salarios son más bajos.
De acuerdo con Reforma, ayer Peña Nieto dijo durante un evento de Toyota que la decisión de empresas trasnacionales de invertir en México no es casualidad, sino por la mano de obra calificada, la paz laboral, y las ventajas competitivas que ofrece México.
Pero eso es falso. Toyota abrió otra planta de operaciones en México para poder fabricar los autos Corolla, modelo que se fabricaba antes en Canadá y que ya no fabricará en ese país.
Canadá no tiene ni la violencia, ni la inseguridad, ni la pobreza que tiene México. Ni la inestabilidad laboral. Por mucho, Canadá tiene mejores condiciones sociales, económicas, laborales y de seguridad que México.
Lo que no tiene Canadá que sí tiene México son salarios de miseria.
Esa es la única diferencia real. En Canadá se tienen que pagar los salarios canadienses.
El salario mínimo en Canadá es de entre 10.20 y 11 dólares canadieneses por hora. Para trabajadores industriales, como los de Toyota, el salario mínimo es de 10.70 dólares canadienses por hora.
En cambio en México el salario mínimo son miserables 70.10 pesos por día.
Es uno de los salarios más bajos del mundo.
Toyota además, en 2017, llevará parte de sus operaciones a China, donde también los salarios son bajísimos.
Así que en realidad Peña Nieto está tratando de engañar a los mexicanos alegando que Toyota y otras trasnacionales vienen a México porque México está de maravilla, cuando en realidad vienen a México porque México está de la chingada y les costaría menos pagar los sueldos miserables de México que los buenos sueldos de Canadá.
Y mientras el PRI siga en el poder, esa será la realidad de México; Pocos empleos y mal pagados.
Eso sí; Los autos Toyota los venden en México más caros que en Estados Unidos.
Este es otro ejemplo de que el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, cree que somos igual de ignorantes que él. O por lo menos cree que nos puede ver la cara.
Recuérdelo a la hora de ir a las urnas.
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