El PRI suspendió ayer la votación en San Lázaro de la Ley de Aguas que privatiza el agua por temor a la mala publicidad ante la opinión pública, pero intentará aprobarla de nuevo después del 18 de marzo.
¿Por qué le dio miedio al PRI? Porque ayer el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, inició una campaña ilegal de 9 días promoviendo a sus reformas privatizadoras y no quería que le hicieran ruido.
Si se hubiera aprobado la privatización del agua ayer, hubiera opacado la estrategia ilegal de Peña Nieto de presumir sus reformas privatizadoras -en realidad actos de gobierno- durante la veda electoral.
Porque entonces el tema ante la opinión pública hubiera sido que si las reformas privatizadoras de Peña son igual de dañinas que privatizar el agua, entonces toda la campaña ilegal de 9 días de Peña se hubiera venido abajo.
Lo cual, a su vez, le hubiera quitado más voto al PRI.
Así que Manlio Fabio Beltrones mejor suspendió la votación... por ahora.
Porque después del 18 de marzo, cuando finaliza la campaña de promoción de reformas de Peña, en realidad el PRI ya no tiene motivo para seguir suspendiendo la privatización del agua.
Y en el supuesto de que decidieran no aprobarla hasta después de las elecciones, si el PRI retiene la mayoría no será posible echar abajo la privatización.
Así que en realidad la única manera de impedir que se privatice el agua es impidiendo que el PRI y el PAN ganen la mayoría en el congreso.
De lo contrario, usted tengdrá que pagar más por el agua que antes era un recurso natural de todos los mexicanos y que el PRI pretende convertir en un producto que sólo algunos podrán pagar.
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