Mucho enojo e indignación en la ultraizquierda porque el rector de la UNAM, José Narro, dijo que no hay manera de que Carmen Aristegui se incorpore a Radio UNAM.
Narro será priista, pero en esta ocación dice la verdad. La UNAM no tiene los fondos para pagar lo que ganaba Aristegui.
Pero además esta historia ya la vimos. Cuando fue despedida de W Radio, cuentan fuentes que se enteraron del asunto, Aristegui recibió una invitación de Miguel Ángel Granados Chapa, quien tenía un programa en Radio UNAM, para que Aristegui se tuviera su programa ahí.
Aristegui no quiso.
Ahora, luego de su despido de MVS, Aristegui explícitamente rechazó las ofertas del Canal del Congreso o la posibilidad de ir a Radio UNAM.
Con lo cual volvemos al punto de lo que dijo Narro. La UNAM, en efecto, no puede solventar el sueldo de Carmen Aristegui.
No puede pagar ese sueldo porque la UNAM a duras penas le puede pagar a sus profesores. Se de casos de maestros e investigadores que son contratados en la UNAM y no se les paga durante meses por falta de fondos.
¿Cómo se va a justificar que no se le pague salarios bajos a los profesores e investigadores de la UNAM, de quienes depende la educación de los estudiantes, y sí se le pague su sueldo a Aristegui?
No es posible que la izquierda sea tan miope y tan irresponsable como para pretender que les cumplan un capricho.
Ah, y por cierto: El problema no es el sueldo de Aristegui. Si una empresa privada se los quiere pagar, pues es asunto de ellos. El problema es que la izquierda pretenda que se los pague la UNAM con recursos públicos cuando hay maestros a los que no les pagan durante meses.
ganan tanto.
Esa miopía de la izquierda es lo que les impide lograr algo. Ni ganan elecciones, ni tienen espacios de comunicación que compitan con los espacios de la derecha, ni logran frenar reformas privatizadoras porque en vez de elaborar una estrategia basada en ideas bien razonadas, lo único que saben hacer es berrinche y pegar de gritos.
Síganle así. Lo único que logran es ayudarle al PRIAN a no tener una verdadera competencia política ni electoral.
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