El titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos, salió ayer con la ocurrencia de que "hay quienes quieren distanciarnos (a los militares) del pueblo", en referencia a los señalamientos contra el ejército por el caso Ayotzinapa.
Cienfuegos está equivocado. Nadie está tratando de distanciar a los militares del pueblo. Fué él, Cienfuegos, quien distanció al ejército del pueblo cuando decidió proteger al gobierno espurio de Enrique Peña Nieto en vez de defender a la patria.
Fue Cienfuegos quien distanció al ejército del pueblo cuando los soldados del 27 batallón de infantería no quisieron ayudar a los normalistas heridos tras la balacera en Cocula.
Fue Cienfuegos quien distanció al ejército del pueblo cuando los militares de los cuales es su superior dejaron ir a los policías de Cocula que estaban trabajando para Guerreros Unidos.
Y fue Cienfuegos quien distanció al ejército del pueblo al negarse a que se haga justicia por los casos Tlatlaya y Ayotzinapa.
Previo a eso, hay que señalarlo, el ejército ya estaba muy distanciado del pueblo por sus abusos en el marco de la guerra contra el narco y de la protección que le dieron al otro espurio, Felipe Calderón.
Así que ¿de qué está hablando Cienfuegos? El que distancia al ejército del pueblo, reiteramos, es él.
PD: También dijo Cienfuegos que la lealtad y el honor no sólo deben ser características de un militar, sino también de los ciudadanos. Va. Pero primero que lo sea de los militares, porque desde que defienden gobiernos espurios y las barbaridades que cometen, como matar mexicanos inocentes, reprimir, encarcelar a los que defienden a la patria -como los autodefensas- o privatizar el petróleo, no son ni leales a la patria ni tienen honor. Que ponga el ejemplo Cienfuegos antes de regañar.
PD2: Si Cienfuegos se quiere congraciar con el pueblo, que empiece ordenando que se investigue al 27 Batallón de Infantería en el caso Ayotzinapa y que deje de proteger a los mandos militares involucrados en Tlatlaya. Sencillo como eso.
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