De acuerdo con Reforma, el Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck declaró que el calos excesivo destruyó el ADN y el ADN mitocondrial que hubieran permitido identificar si se trataba o no de los normalistas.
Aún se tiene la posibilidad de usar una tecnología distinta, llamada Secuenciación Masivamente Paralela, para ver si es posible identificar a las víctimas, pero existe el riesgo de que no se obtenga ningún resultado.
Los análisis tomarían otros 3 meses, pero los expertos señalaron que no es posible dar una fecha definitiva.
Esto pone en entredicho la versión de que los estudiantes fueron quemados en el basurero de Cocula, ya que los restos de uno de los normalistas que sí pudo ser identificado no estaba en el basurero, sino en una bolsa de plástico en un río cercano.
Aún así, la PGR insiste en que los normalistas fueron incinerados en ese basurero.
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