Tres noticias que dejan claro que el PRI no sólo es omiso con el crimen sino que además es cómplice.
Primero, de acuerdo con El Universal, la Comisión Nacional de Derechos Humanos documentó que hubo tortura, maltrato, intimidación e incomunicación contra tres testigos de la masacre de Tlatlaya, y que quien perpetró todas esas barbaridades fueron agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Es decir, gente del gobernador priista Eruviel Ávila.
Segunda noticia también de El Universal: El gobierno priista de Michoacán dice que La Tuta no es objetivo principal de su estrategia de seguridad y por eso mismo no ha fracasado.
O sea que para el PRI no es objetivo principal el principal capo de Michoacán. ¿Porque son demasiado ineptos como para encontrarlo o porque son sus cómplices?
El hecho es que el resto de la estrategia de seguridad en Michoacán tampoco ha funcionado, así que por donde la vean el PRI simplemente está permitiendo que el narco siga impune en Michoacán.
Finalmente, de acuerdo con Reforma, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto no ha proporcinado a los padres de los normalistas de Ayotzinapa ningún avance en la investigación.
Esto lo reveló el abogado de los padres de familia luego de una reunión en Segob.
En otras palabras, en el PRI ya se hicieron tarugos con el caso y le apuestan al olvideo.
Encima de eso, el titular de Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró que el gobierno priista rechaza los señalamientos de que el Ejército esté implicado en el caso iguala y tachó a los señalamientos de "sin sentido."
¿O sea que Osorio Chong es juez y vidente para saber si el ejército participó o no y además poder juzgar?
Por eso hizo bien el abogado de los padres de Ayozinapa al declarar lo siguiente:
"No corresponde a las autoridades políticas exonerar. Eso corresponderá al juez y al Ministerio Público establecer si hay elementos o no para una consignación o para fincar responsabilidad al Ejército."
Porque, francamente, si el gobierno priista ya está exonerando de facto al ejército, entonces se está convirtiendo en cómplice de impunidad, ya que son varios los testimonios contra el ejército por el caso Ayotzinapa.
Si a estas alturas ya le sonó a que el PRI está solapando o siendo cómplice de criminales, entonces recuérdelo cuando vaya a las urnas en junio.
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