Los medios han estado cacareando todo el día que había sido arrestado Felipe Rodríguez "El Cepillo", quien sería uno de los autores materiales del asesinato de los normalistas de Ayotzinapa.
Lo cacarearon casi casi como si con eso se resolviera el asunto, pero la realidad es que de nada sirve ese arresto cuando el caso Ayotzinapa es un crimen de Estado.
Arrestar a "El Cepillo" no resuelve el hecho de que la PGR se negó a investigar y detener a José Luis Abarca desde octubre de 2013 pese a las acusaciones de asesinato en su contra.
No resuelve el hecho de que la PGR se negó a consignar a Abarca cuando se lo pidió la Fiscalía de Guerrero meses antes de la masacre de Iguala.
Tampoco resuelve el hecho de que el ejército fue omiso el día de la masacre y que se negó a ayudar a los estudiantes baleados.
Ni resuelve el hecho de que Enrique Peña Nieto invitó a Abarca a un acto oficial en Guerrero -donde hasta se tomaron una foto los dos- un mes des pués de que le informaron por primera vez a Jesús Murillo Karam directamente de las acusaciones de asesinato contra Abarca.
Evidentemente, Peña Nieto le apuesta a darle carpetazo al caso Ayotzinapa con arrestos de autores materiales, pero eso no es hacer justicia; es darle impunidad a los que tienen una responsabilidad directa ya sea por acción o por omisión y que se encuentran precisamente en el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto.
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