Publica hoy el diario El Financiero en primera plana y a 8 columnas que Jesús Zambrano, ex presidente del PRD y número dos de la corriente Nueva Izquierda, que "dijo" el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, que le dio 2 millones de pesos a Zambrano por su candidatura a alcalde en 2012.
El problema es que lo que publicó El Financiero no es una declaración directa de Abarca, sino una declaración de un tercero que dice que le dijo Abarca eso.
Del propio ex alcalde de Iguala no publica ninguna declaración El Financiero.
Siendo el caso, la supuesta declaración de Abarca que publica El Financiero es cuestionable. En el mejor de los casos se trata de un chisme sin confirmación. En el peor, de un acto de guerra sucia y una difamación.
No me malinterpreten. Es público mi rechazo a la corriente Nueva Izquierda del PRD (los chuchos) y considero que Jesús Zambrano sí debe rendir cuentas por José Luis Abarca, pero sólo por hechos concretos y demostrables.
Los hechos concretos y demostrables por los cuales Zambrano debe rendir cuentas son:
1. Por haberle dado Nueva Izquierda la candidatura a Abarca a sabiendas de los nexos de su esposa con los Beltrán Leyva (lo publicó Proceso desde hace años).
2. Por no haber hecho nada contra Abarca cuando René Bejarano denunció que Abarca era acusado de asesinato en 2013.
3. Por haberse reunido con Abarca en el DF tras la masacre de Iguala y por haber aparecido Abarca en una zona de influencia de Nueva Izquierda en Iztapalapa.
Pero por un chisme sin confirmación en El Financiero, la verdad, Zambrano no tiene por qué responder.
Porque si ya nos vamos a poner a responder por chismes, hombre, pues nunca vamos a acabar.
Lamentable, desde luego, que El Financiero haya caído en el juego de la guerra sucia. Hay hechos concretos por los cuales se le puede cuestionar a Zambrano, pero por un chisme la verdad ni profesional me parece.
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