Llega al cine la vida de Alan
Turing, el matemático que descifró los códigos nazis
(tomado del blog del Pájaro Rojo http://pajarorojo.com.ar)
En febrero se estrenará “El Código Enigma” (The Imitation Game), la película sobre
el matemático inglés Alan Turing que descifró el código de Enigma, la máquina creada por los nazis para encriptar sus comunicaciones
militares. Turing nació en Londres en
1912 y se suicidó días antes de cumplir 42 años, en Cheshire, un condado del noroeste de
Inglaterra. A pesar de su contribución a la victoria de los aliados, el
gobierno británico lo juzgó en 1952 por ser homosexual y lo condenó a la
castración química. El tratamiento le
produjo serias alteraciones físicas y psicológicas y se suicidó 2 años después.
Considero que so pretexto de la
homosexualidad y utilizando las dureza de las mismas, los servicios británicos
en medio de la guerra fría trataron de sacarse de encima a un posible agente soviético. Lo cual ni en un caso eni el
otro dej de mostrar hasta donde llega la barbarie humana. En 2012 un grupo de
científicos pidió al gobierno británico que se rehabilitase a Turing, retirando
post mortem los cargos contra él. El primer ministro Cameron se negó. La Camara
de los Lores del Parlamento británico respondió que “se lo condenó por algo que
en su momento era un delito” para justificar la no reparación de la injusticia.
Al final, la reparación llegó del
personaje menos pensado: la reina de Inglaterra en 2013 promulgó un edicto por
el cual se exoneraba a Turing de todos los cargos en su contra.
El cine rescata la memoria del
matemático que descifró el código nazi en la II Guerra Mundial, en ‘The
Imitation Game’. El Gobierno británico ‘recompensó’ a Alan Turing, el
hombre que descifró los códigos nazis durante la II Guerra Mundial, con el
castigo de una castración química. Además de salvar millones de vidas, este
matemático y criptógrafo está considerado como el padre de la inteligencia
artificial, el precursor de la informática moderna y el creador de la primera
computadora.
El gobierno de su país le pagó
todo ello con una descomunal injusticia, le convirtió en delincuente, acusado
de “indecencia grave y perversión sexual” (Turing era homosexual, algo ilegal
entonces). Y tardó nada menos que más de medio siglo en ofrecer una disculpa y
aún unos años más en concederle definitivamente el indulto. Ahora, es el cine
el que recupera su memoria y le sitúa donde se merece con la película The
Imitation Game (Descifrando
Enigma), una de las máximas favoritas de los Globos de Oro.
Dirigida por el noruego Morten
Tyldum y protagonizada por un soberbio Benedict Cumberbacht, esta producción es
candidata a cinco Globos de Oro: Mejor Película (en la categoría de Drama),
Mejor Actor, Mejor Actriz de Reparto (Keira Knightley), Mejor Guion (Graham
Moore) y Mejor Banda Sonora (Alexander Desplat). Inspirada en el libro Alan
Turing: The Enigma, de Andrew Hodges, en ella se cuenta el momento en
que Turing consiguió descifrar los códigos de la máquina Enigma y los años
posteriores, cuando fue procesado por homosexual -igual que lo había sido medio
siglo antes Oscar Wilde- y condenado.
Una respuesta insuficiente
Alan Turing fue procesado por
homosexual en 1952. Se negó a defenderse por ello y fue condenado. Le dieron a
elegir: ir a prisión o someterse a una castración química. Eligió el
tratamiento hormonal, inyecciones de estrógenos que le alteraron muchísimo
física y psicológicamente, y que le condujeron directamente al suicidio. En
1954 comió parte de una manzana contaminada con cianuro y murió.
A finales de 2009, el primer
ministro británico Gordon Brown se disculpó en nombre del gobierno de su país
por el tratamiento que se le había dado a Alan Turing después de la guerra. Fue
la respuesta, claramente insuficiente, a una petición de indulto para el
matemático que había sido liderada por reconocidos científicos. Entonces, Lord
McNally alegó desde la Cámara Alta que “por muy cruel y absurda que parezca hoy
la condena, entonces fue declarado culpable de algo que era delito en ese momento”.
En 2012, de nuevo se pidió al
gobierno que exonerase a Turing. Stephen Hawking y otros diez representantes de
la comunidad científica del Reino Unido solicitaron a David Cameron que
indultara al matemático. “Escribimos para apoyar la petición de indulto póstumo
a Alan Turing, una de los matemáticos más brillantes de la era moderna”, decían
en su texto: “Él lideró al equipo de los descrifradores del código [Enigma] en
las instalaciones de Bletchley Park, un hecho en el que coinciden muchos
historiadores que consiguió acortar la Segunda Guerra Mundial”. Cameron volvió
a denegar el indulto.
Finalmente, en 2013, la reina
Isabel II de Inglaterra promulgó el edicto por el que se exoneró oficialmente
al matemático, quedando anulados todos los cargos en su contra. Ahora solo le
resta al tan ‘democrático’ y ‘ejemplar’ gobierno británico hacer justicia con
las otras 50.000 personas, homosexuales y bisexuales, que fueron procesadas y
castigadas como Alan Turing, “por tener –tal y como precisó el activista gay Peter
Tatchell- relaciones homosexuales consentidas en el siglo XX”.
http://www.publico.es/culturas/alan-turing-vileza-del-gobierno.html
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