Ayer, cuando no habían pasado ni dos semanas de empezado el año 2015, el Banco Mundial redujo su proyección de la economía de México.
En su reporte Perspectivas Económicas Globales, el Banco Mundial redujo su pronóstico del PIB mexicano de 3.5% a 3.3%.
Lo cual augura otro mal año para la economía mexican con Enrique Peña Nieto y el PRI en el poder.
Lo peor del caso es que en 2014 el PIB se tuvo que reducir todo el año, por lo cual el crecimiento de 3.3% es muy optimista, ya que probablemente tendrá que reducirse varias veces debido a los bajos precios del petróleo.
Por si fuera poco, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto no tiene una política económica para enfrentar la crisis y de lo único que se vale es del aumento de impuestos con la reforma fiscal.
Ayer, por ejemplo, Peña Nieto declaró que gracias a la reforma fiscal -que aumentó el IVA y el ISR- se pudo evitar una "condición muy adversa" en la economía debido a la caída de la producción y precios del petróleo en México.
Eso quiere decir que de lo único de lo que se vale Peña Nieto para enfrentar la crisis es del aumento de impuestos.
Pero el aumento de impuestos sólo afecta a la clase media y los pobres, mientras que las grandes empresas siguen eludiendo el pago del ISR por medio de la consolidación fiscal, ahora con otro nombre.
O en otras palabras, para Peña Nieto la solución a la crisis es que paguen la mayoría de los mexicanos con más impuestos, mientras que los pocos ultra-millonarios pagan poco y poco les afecta la crisis, a pesar de que no son los principales creadores de empleos en el país.
¿Quiere que eso se acabe y que Peña Nieto deje de exprimir a la clase media? Ya no vote entonces ni por el PRI ni por el PAN. Sólo la izquierda busca que la clase media no sea usada para tapar los huecos en el erario que genera la torpeza y la corrupción del PRIAN.
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