http://youtu.be/Ra49PW0wl34
De acuerdo con Aristegui Noticias, los testimonios de sobrevivientes de la masacre de Iguala indican que elementos del Ejército mexicano fueron vistos patrullando, mientras que otros testigos aseguran que fueron interceptados por militares en una clínica.
"Lo más contundente es que un policía de nombre Salvador Bravo Bárcenas hace una declaración muy reveladora: dice que el Ejército Mexicano, el 27 batallón de infantería tenía pleno conocimiento desde 2013 que Guerreros Unidos protegía a la Policía de Cocula y de Iguala y que eso se lo dieron a conocer al Ejército Mexicano y que no actúa sino al contrario, estuvo protegiendo a este grupo criminal y la policía", señala Rosales.
Indicó que esos dos elementos, los testimonios de los sobrevivientes de la masacre y del policía Salvador Bravo, "son elementos para que se pueda indagar, llamar a cuentas dentro de la investigación al Ejército."
Agregó que "sostener que no tiene nada que ver (el Ejército) es posición política de las autoridades federales de mantenerlo al margen, de no inmiscuirlo, esta es una institución inmaculada y no tenemos que involucrarla en esto".
Aclaró, sin embargo, que no está diciendo que los militares estuvieron secuestrando o matando a los estudiantes, sino que "lo que estamos diciendo es que estuvo (el Ejército) en la escena del crimen durante mucho tiempo."
Comenta en específico, por ejemplo, el caso de un estudiante herido que fue llevado a una clínica particular:
“Llegaron los militares ahí. Les apuntan con las armas, les interrogan quiénes son, qué andan haciendo ahí, ellos se identifican, somos estudiantes de la Normal, incluso ahí hay amenazas con ellos, si tanto se sienten muy hombrecitos, ¿por qué ahora tienen miedo?, incluso les quitan identificaciones y los sacan de ahí, de la clínica los corren y los echan a la calle, empiezan a correr por todos lados, intentando salvaguardar la vida de Édgar y de ellos mismos, más tarde llegó patrulla de la Policía Preventiva y llevó a Édgar al hospital,” indicó.
“Habían pasado 5 horas de agresiones y balaceras en Iguala, el Ejército sabía ya cuál era la situación en Iguala, a los estudiantes no les brindaron protección, los aventaron a la calle para que siguieran siendo perseguidos, eso ameritaría una investigación. Hay elementos periféricos a esta investigación que hicieron, que propiciaron que los hechos de Iguala se dieran así de manera tan deleznable como ocurrieron, y eso tiene que ver con el Ejército mexicano, que plenamente sabía, conocía, que el día de los hechos omitió, no actuó, al contrario, estuvo en la escena del crimen, brindando una especie de protección a los grupos delincuenciales”, agrega.
La PGR pretende que la opinión pública crea que los normalistas fueron incinerados en un basurero de Cocula a pesar de que no hay evidencia física de que fuera el caso y se niega a llamar a cuentas al Ejército o a la propia PGR que se negó a consignar a José Luis Abarca a pesar de que la Fiscalía de Guerrero solicitó su consignación por crimen organizado meses antes de la masacre de Iguala.
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