El gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretende usar la caída del precio del petróleo para privatizar aún más el sector energético.
De acuerdo con el Wall Street Journal, el director de Pemex, Emilio Lozoya, declaró que Pemex ofrecerá a las empresas trasnacionales una mayor participación de los proyectos energéticos en México de la que ofrecían inicialmente.
"Esta situación nos pone presión para que aceleremos el ritmo en ese tipo de asociaciones" con el propósito de que inversión en exploración y producción se vea "lo menos afectada posible", dijo Lozoya.
Esto a pesar de que acelerar la privatización generaría menos ingreso para México.
Originalmente Pemex se quedaría con el 80 de los activos energéticos del país, pero ahora con la caída de los precios del petróleo, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretende privatizar inclusive sus propios activos para que trasnacionales se lleven la ganancia.
Por ejemplo; en algunos proyectos donde Pemex planeaba tener participación mayoritaria en el yacimiento, ahora se conformará con tener participación minoritaria.
Eso quiere decir que si en un pozo petrolero Pemex iba a tener más de 50% de la ganancia, ahora tendrá menos de la mitad, lo cual implicaría una fuerte pérdida de dinero para México.
El precio del crudo mexicano cayó la semana pasada a poco más de 48 dólares por barril. Según Lozoya, extraer un barril de petróleo en México cuesta 22 dólares, por lo cual la ganancia para México en un contrato de renta compartida sería de poco más de 26 dólares si la ganancia fuera de 50%.
Con una ganancia menor a 50%, México tendría sólo menos 26 dólares por cada barril de petróleo.
Si consideramos que el precio del petróleo que se esperaba para 2015 era de 79 dólares, eso quiere decir que México obtendría apenas una tercera parte de lo que planeaba.
Pero si le da mayor parte de la ganancia a privados, entonces México obtendría menos de una tercera parte del ingreso.
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