El domingo pasado Andrés Manuel López Obrdor anunció en Twitter que en 2015 llevará a cabo una campaña nacional para contrarrestar la compra del voto:
El año entrante llevaremos a cabo una campaña nacional para contrarrestar la compra del voto, como sucedió en 2012.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) December 15, 2014Es una excelente idea. Pero esa buena idea podría convertirse en una mala idea si no la realiza bien.
Si la campaña de AMLO contra la compra del voto se concentra en apelar a la bondad y al sentido de rectitud de la gente, no va a funcionar.
No va a funcionar porque la gente que vende su voto por una despensa o por una tarjeta de Soriana no lo hace por necesidad. Lo hacen por falta de escrúpulos y por corruptos.
Repito: La gente no vende su voto por necesidad. Necesidad tienen todo el año. Vender el voto por una despensa no les resuelve la necesidad que tienen. Les hace creer que están recibiendo un premio. Es decir, por ambición vulgar.
Si de verdad quiere Andrés Manuel combatir la compra del voto, va a tener que apelar a la propia ambición de la gente.
Ejemplo: en vez de decirles "oigan, no sean malitos y no vendan su voto porque le hacen daño al país", mejor que MORENA les diga "¿Todavía te alcanzan los 500 pesos que te dieron en 2012 por tu voto? ¿Verdad que no? Si no vendieras tu voto, hoy tendrías empleo."
O les pueden decir "Si vendes tu voto te dan 500 pesos un día. Si no lo vendes, te dan empleo para muchos años."
O bien: "Con los que les has vendido tu voto siempre te ha ido mal; devaluaciones, desempleo, y violencia mientras ellos te roban. ¡Desquítate! No les vendas tu voto y el que gana eres tú."
La campaña no puede enfocarse en el tema patriotero y de buenas conciencias. Eso no va a resultar. Andrés Manuel lleva AÑOS promoviendo ese mensaje y no ha funcionado para evitar que la gente venda su voto. Peor si les dice a los que venden su voto que acepten la dádiva pero no den su voto.
Por lo tanto, a lo que debe apelar Andrés es a la avaricia, a la ambición y al egoismo de los que venden venden su voto, convenciéndolos de que si no venden su voto, entonces sí ganan. O le ganan a los que siempre los joden.
Si se cambia el enfoque de la campaña, será devastadora para el PRI. Pero si la campaña es lo mismo de siempre, en una de esas va a terminar ayudándole al PRI, ya que a los corruptos no les gusta que los sermoneen y terminan haciendo lo contrario.
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