Aquí, como siempre, estoy echando la hueva y rascándome los tompiates. Me acaban de dar la última IPAD para poder hacerme pendejo mandándole mensajes de texto a la movida mientras estoy “trabajando”. Y lo que aquí llaman “trabajo” es levantar mi dedito cuando el coordinador me diga y sobres, me pagan mi sueldazo.
Claro, no sé y me importa una chingada que carajos estoy votando. Digo, ¡tendría que leer los pinches proyectos de ley que apruebo! ¡Ni madres que voy a leer! Además, las iniciativas de ley nos las redactan en el CCE o en la embajada de EEUU y seguro que los patroncitos saben que chingaos quieren. Es más, ¡la iniciativa para la reforma energética que nos cayó estaba en ingles! Si, la redacto British Petroleum ansina que menos la leímos. ¡Si a duras penas mascullamos el español! Pero, ya saben, lo importante es que los patroncitos chulos del extranjero estén contentos.
Pero, al meollo del asunto que dio lugar a esta carta.
Quiero darles mi muy sincero agradecimiento por ser tan pendejos y sumisos. Si ustedes fueran exigentes y tuvieran huevos yo no estaría aquí (juar juar, parezco el general Anaya “si hubieran huevos no estaría yo aquí”). Sí, yo aquí estoy ganándome un sueldote al que no podría aspirar allá afuera porque pos nomás no tengo ningún talento o conocimiento. Si no fuera porque el compadre está en el CEN del partido y porque ustedes están rete pendejos yo andaría de mil usos allá afuera, lo admito con toda humildad.
Pero aquí, con este huesote, pos recibo miles de pesos en vales de gasolina. Tengo acceso a un gimnasio gratis aunque nunca me paro ahí (mando a un ayudante a que haga ejercicio por mi). Eso sí, voy al salón de belleza de la cámara de diputados. Quiero que me pongan rayos weros para dar el gatazo a Brad Pitt, ¿no creen? Aquí me proporcionan edecarnes de lujo y toda la viagra que necesite. Puedo viajar a cuenta del erario quesque a investigar mi ombligo en Paris o que se yo. También me dan de tragar puro filet mignon y chupe del bueno, nada de pellejos y ron del negrito como acostumbraba. Yo no voy al ISSSTE a las tres de la mañana como el resto de la perrada. No, yo tengo seguro médico particular y puedo irme a restirar la papada en Houston. Y encima de eso voy a recibir un aguinaldo de varios cientos de miles de pesos además de canastas navideñas, pachangas, posadas, etc., etc.
Así pues, bola de pendejos, ¿Cómo chingaos no voy estar agradecido con ustedes? O más bien, con la Lupita que se aseguró de que ustedes crezcan coyones y pendejos capándolos y llenándolos de prejuicios. ¡Viva la rosa de Guadalupe carajos! Si, ella “forjo una patria”….¡de cobardes y de pendejos! Por favor, sigan ansina de pendejos, de bien portaditos, de “respetuosos”, de lupitanos. ¡Ansina los quiero! Yo y mis compañeros mientras les seguiremos viendo la cara de pendejos mamando sabroso del presupuesto. Ah, y recuerda, el cambio está en ti.
Atte.
El Diputado Huevon
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