De acuerdo con Proceso, el pasado miércoles 26 de noviembre un comando armado levantó a cinco hombres en el poblado de Jagüey, en el municipio de Chilapa, Guerrero. Entre los levantados están un empresario constructor y dos arquitectos que ejecutaban un proyecto del programa Escuelas de Calidad.
De acuerdo con Reforma, dos de los cinco desaparecidos fueron identificados como parte de un grupo de cadáveres decapitados y calcinados encontrados en una camioneta el sábado por la noche.
La nota de Proceso señala que los familiares de las víctimas acusadon al presidente del Congreso de Guerrero, el diputado perredista Bernardo Ortega Jiménez, y a los hermanos de Ortega, de nombre Celso y Antonio, como los responsables de la desaparición de las 5 personas.
Jagüey colinda con el municipio de Quechultenango, el cual es escenario de disputas entre los grupos de narcotraficantes conocidos como Los Ardillo y Los Rojos, confrontación que ha dejado este año al menos 18 desaparecidos.
Apenas el jueves 27 de noviembre 11 cadáveres decapitados y quemados fueron encontrados en Chilapa con un narcomensaje firmado por Los Rojos contra los hermanos de Bernardo Ortega.
Las autoridades federales identifican a los hermanos de Ortega como líderes de Los Ardillos.
Sin embargo, una vez más ni el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto, ni el gobierno estatal perredista de Guerrero, controlado por Nueva Izquierda, han querido intervenir en el caso a pesar de que existe una denuncia formal ante la PGR y ante la Fiscalía estatal.
La excusa de la PGR y de la Fiscalía estatal para no investigar la desaparición de las cinco personas el pasado miércoles es por temor a ser emboscados.
Peor; los familiares de las víctimas entregaron a la PGR información sobre la ubicación de la camioneta en la que levantaron a las 5 personas, y la cual estuvo circulando entre el poblado de Colotlipa y la cabecera municipal de Quechultenango.
La camioneta era estacionada a un costado de la alcaldía dirigida por el priista Alberto Rodríguez, pero la PGR de todos modos no quiso intervenir.
Por esta razón, los familiares de las víctimas culpan tanto al integrante de Nueva Izquierda Bernardo Ortega como al alcalde priista de Quechultenango, Alberto Rodríguez, de ser cómplices de Los Ardillos.
Los Ardillos fueron fundados por el padre de Bernardo Ortega, Celso Ortega Rosas.
"Es lamentable que en el Congreso de Guerrero se encuentre otro político como el ex alcalde perredista de Iguala, José Luis Abarca y el gobierno no intervenga para frenar la ola de inseguridad y violencia", dijo José Díaz Navarro, familiar de una de las víctimas.
Cabe señalar que los nexos de Bernardo Ortega con el narco se habían dado a conocer desde el 6 de septiembre de 2012 en una nota de Proceso.
Sin embargo, Ortega Jiménez, al igual que María de los Angeles Pineda, esposa de José Luis Abarca, nunca ha sido investigado por el gobierno federal e inclusive se ha tomado fotos con el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, y con el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, como se muestra en la imagen al principio de esta columna.
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