lunes, 15 de diciembre de 2014

Texto de psicoanalista de Chiapas por @sladogna

Les sugiero a los lectores que tiene ya cierto training que les permite leer cuatro página leer este texto con muchas cuestiones interesantes a nivel de la experiencia de y de la teoría del análisis y de otras practicas, con elementos polémicos lo cual lo vuelve todavía más legible.

De la histeria como método de análisis y guía para la acción.


Nosotras, nosotros, zapatistas, acá estamos. Desde acá los miramos, escuchamos, leemos.

En las recientes movilizaciones por la verdad y la justicia para los normalistas de Ayotzinapa, se ha repetido la disputa por imponer el carácter de las movilizaciones, ahora llegando a la criminalización de quienes coinciden con un estereotipo trabajado: jóvenes, con el rostro cubierto, vestidos de negro, y que son o parecen anarquistas. En suma, son mal portados. Y como tales deben ser expulsados, señalados, detenidos, amarrados, entregados a la policía o a la justa ira de los sectores progresistas.

A esto se ha llegado con reacciones coincidentes o cercanas a la histeria en algunos casos, y a la esquizofrenia en otros, impidiendo una argumentación razonada y un debate necesario.

Aunque ya habíamos presenciado esto antes (en la huelga de la UNAM 1999-2000, en 2005-2006, en 2010-2012), el relanzamiento de este método de análisis y guía para la acción de la izquierda bien portada, permite algunas reflexiones:

Los familiares y compañeros de los asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa, como los de decenas de miles de desaparecid@s y asesinad@s, no piden caridad o lástima, demandan verdad y justicia.

¿Quién es quién para decir que esas demandas, que son las de cualquier ser humano en cualquier parte del mundo, tienen que expresarse de tal o cual forma? ¿Quién escribe el “manual de buenos y malos modos” para expresar el dolor, la rabia, la inconformidad?

Pero bueno, se puede y debe debatir cómo abraza más y mejor la palabra “compañer@”. Si con una voz engolada en lo alto de un templete o si con un vidrio roto. Si con un “Trending Topic” o si con una patrulla policial en llamas. Si con un blog o con un grafiti. O tal vez con todas o tal vez con ninguna de ellas, y cada quién con su cada cual crea, construye, levanta su modo de apoyar.

Pero ni siquiera quienes tienen la autoridad moral y la estatura humana para decir “así sí” o “así no”, es decir, los familiares y compañeros de los que faltan de Ayotzinapa, lo han hecho.

Entonces, ¿quién ha otorgado los cargos de comisarios del buen comportamiento para el apoyo y la solidaridad? ¿De dónde viene ese alegre señalar a unos y a otras como “agentes gubernamentales”, “infiltrad@s” y, ¡horror de horrores!, “anarquistas”?

/ Es ridículo que se argumente “ésos no son estudiantes, son anarquistas“. Cualquier anarquista tiene más bagaje cultural y conocimientos científicos y técnicos que el promedio de quienes, como policías del pensamiento, los señalan y piden para ell@s la hoguera. Y ni hablar de quienes enarbolan y se enorgullecen de la estupidez y la ilegalidad como método policíaco (“le guste a quien le guste”) en el gobierno de la Ciudad de México. /

Pero, claro, se puede inventar un monigote a modo (una especie de anarquista insurreccional región 4) y ridiculizarlo confeccionándole un cuerpo teórico caricaturizado, para que así pueda ser despachado sin contratiempos en cualquier ministerio público mediático o judicial (claro, si es grabada en video su detención, si no, pues, ¿quién lo va a extrañar?). Después de todo, la información “periodística” viene de fuentes confiables: las delaciones y la policía política.

No es lo mismo señalar (quien señala acusa, juzga y condena, y demanda que la policía ejecute la sentencia), que debatir. Porque para señalar sólo es necesario estar a la moda (lo que es cómodo, fácil y, bueno, sí, aumentan los “likes” y los “follows“). Para señalar no se necesita una investigación argumentada, basta “postear” algunas fotos.

Así nacen los grandes romances entre l@s “líderes de opinión” y las masas de “seguidores”: la fe ciega sintetizada en 140 caracteres.

Del “yo te sigo y tú me sigues” a ” y vivieron muy felices“, de ahí a “No me amas porque no me das RT ni Fav ni like. Cambiaré de Sinsajo“.

Para debatir hay que investigar (órales: tras que hay diferentes anarquismos; órales reiterado: tras que la “acción directa” no es necesariamente violenta), pensar, argumentar y, ¡arghhh!, lo más peligroso y difícil: razonar.

Debatir es difícil e incómodo. Y hay consecuencias para quien debate (digo, además de los pulgares abajo, los dedos medios arriba y los “ya no te sigo” en cascada).

Ni modos, luego hay gente que no camina por la vida tratando de agradar, conformar, encajar, atraer.

Detrás de cada ser crítico hay una larga lista de “seguidores” desertando, mudándose a donde no haya que pensar y el RT no sea un autogol.

Y cuando el periodismo progre suple las funciones de ministerio público y acusa, interroga, concluye y condena, ¿señala o debate?

¿O se trata de debatir así? ¿L@s anarquistas en las cárceles o perseguid@s o exiliad@s, y las buenas conciencias en los editoriales, los micrófonos y el azul trinar?

Ok, ok, ok. ¿Pero estamos de acuerdo en apoyar a los familiares y compañeros de los asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa, o eso ya no importa?

¿Tampoco los infantes de la guardería ABC, los desaparecidos de Coahuila, los migrantes ignorados, los “daños colaterales” de la guerra, la mujeres violentadas y asesinadas todos los días a todas horas en todos los lugares en todas las ideologías?

¿Sólo importan el cambio de nombre de quien se sienta en la silla o el promover el empleo en las empresas de vidrios, cristales y anaqueles?

A quienes insisten en el camino electoral como única y excluyente opción, no se les ha acusado de “infiltrados”, “policías”, “provocadores” o “soldados de la sedena vestidos de civil”. Se les acusa de ilusos, ingenuos, bobos, tontos, buscachambas, oportunistas, intolerantes, ambiciosos, buitres, tiranos y déspotas. Bueno, también de fascistas. Pero no de “infiltrados”, aunque más de un@ cumple a cabalidad con el perfil real de agente gubernamental y policía político.

Sabemos que unos y otros son grandes estrategas (basta ver los logros que han obtenido), piensan, proponen e imponen que “hay que trascender la movilización”. Los unos con marchas bien vestidas y educadas buscando contener y encauzar; los otros con la acción directa, violenta y excluyente de la rabia.

Unos y otros con el afán vanguardista, de élite exclusiva, de dirigir, hegemonizar y homogeneizar la diversidad en modos, tiempos y lugares.

Del “si rompes un vidrio eres infiltrad@” al “si no lo rompes… también”

Para unos y otros lo que vale y cuenta es el centro geográfico y lo que en él converge: el poder político, económico y mediático.

Si no pasa en la ciudad de México, no ocurre, no tiene validez, no cuenta. Lo “histórico” es su patrimonio exclusivo.

No existen para ellos las movilizaciones en Guerrero, Oaxaca, Jalisco, Veracruz, Sonora, y demás rincones de México y del mundo.

Pero como en unos y otros reina la pereza para el análisis crítico, no se dan cuenta de que no es ahí donde está el centro del Poder.

Allá arriba las cosas han cambiado y mucho.

Mientras se siga abandonando el análisis serio y profundo del nuevo carácter del Poder, siguiendo de narices los calendarios de arriba (electorales e institucionales) de una a otra fecha, o el apremio de “algo hay que hacer, lo que sea” manque sea inútil y estéril, se seguirán reiterando los mismos métodos de lucha, los mismos reflujos, las mismas derrotas.

Hacia un debate serio:

Sobre las acciones directas en las marchas de la ciudad de México, el 8 y 20 de noviembre y el 1 de diciembre del 2014, acaso convenga recordar las siguientes palabras de Miguel Amorós:

“En tales eventos la sola presencia de ciudadanistas y aliados suyos ya basta para sembrar la confusión y convertir las mejores intenciones radicales en puro activismo, integrado sin dificultad en el espectáculo y por lo tanto manipulable, como argumento de los gobernantes para justificar los excesos de la fuerza pública o como coartada de los ciudadanistas para justificar el fracaso de sus expectativas. El activismo -violento o sólo ideológico- es el mayor revelador de la obsolescencia de la revuelta al reflejar la pobreza teórica y la debilidad estratégica de los enemigos del capital y del Estado. Acuciados los activistas por la necesidad de hacer “algo”, se apuntan a todos los bombardeos, cayendo por tanto en la trampa mediática y espectacular, que los tacha de gamberros o de provocadores. El resultado no es útil más que para los gobiernos, los partidos o los seudomovimientos, basura que si existen es para impedir la más remota posibilidad de una lucha autónoma o de un pensamiento revolucionario“. Amorós, Miguel. “El Ocaso de la Revuelta” Octubre del 2001. En “Golpes y Contragolpes” Pepitas de calabaza ed. & Oxígeno dis. España. 2005.

Lo que sigue: requisitos para manifestarse:

Ellos: credencial del INE o cédula de identidad, comprobante de domicilio (si no tiene casa propia, copia del contrato de arrendamiento; si la tiene hipotecada, ¿qué hace usted aquí?), saco y corbata (no, smoking no, no hay que exagerar todavía, ése es para cuando crucemos triunfantes, sobre los hombros de la muchedumbre, la sagrada puerta que los inconscientes pretendieron destruir), manos y cara limpias, sin tatuajes visibles, sin piercings, y sin peinados estrafalarios (estrafalarios: todo lo que no aparezca en las revistas de moda), zapatos de vestir (nada de tenis o botas), firmar una carta-compromiso donde se obligue a respetar todo signo de autoridad y/o de poder en cualquiera de sus acepciones, así como señalar cualquier actitud o intención de separarse de estas reglas.

Ellas: lo mismo pero con traje sastre. Oh, lo lamento, sí, tiene que peinarse.

Elloas: no califican para manifestarse. Por favor proceda al siguiente closet.

De la vanguardia del proletariado y los bien y mal portados:

Les avisamos, porque creemos que no saben, que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) nos negó, al CNI y al EZLN, el préstamo de una de sus instalaciones para la celebración de los actos culturales, en el DF, del Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo: “Donde los de arriba destruyen, los de abajo reconstruimos”.

Antes de la campaña de “pórtese bien y diga NO a las capuchas”, el SME había otorgado, generoso, uno de sus locales para la fiesta cultural. Conforme fue avanzando la campaña de “no temas al Estado, témele a lo diferente”, fueron apareciendo los pretextos que preparaban el camino: “es que son vacaciones, no hay quien cuide, no vamos a pasar la navidad así”.

Después fueron más claros y nos dijeron: “que un sector dentro del SME estaba en contra de lo que se hacía en solidaridad con otras luchas, que en asamblea se había planteado la necesidad de parar ese asunto de estar metidos con los de Ayotzinapa, que no era posible estar, por un lado negociando con el gobierno y, por el otro lado, metidos con un movimiento de jóvenes encabronados, encapuchados, que estaban haciendo acciones como las de Palacio; y que habían tenido que parar lo de la llegada de los jóvenes que querían hacer parada en el deportivo (se refiere al lugar, propiedad del SME, que iban a prestar), cuando llegaran las caravanas, que luego ustedes (la Sexta y el CNI) y sus encapuchados (en el papel de los encapuchados: el EZLN) queriendo hacer su festival, que no se puede, que búsquense otro lugar, que esperan que los comprendamos”.

Dijeron más cosas, pero se refieren a cuestiones internas del SME que no nos corresponde repetir ni difundir.

¿Qué tal? Los compas del Congreso Nacional Indígena habían propuesto que fuera en un local del SME como un reconocimiento y saludo a su lucha y resistencia, y nosotros apoyamos su propuesta. Y todavía por ahí hay quien piensa que las purgas serán hasta el improbable momento en que la vanguardia proletaria tome el Poder.

Y pues nosotras, nosotros los zapatistas comprendemos. Pero no entendemos. No entendemos cómo fue que un movimiento que ha padecido una campaña con toda clase de calumnias, mentiras y hostigamientos (aún mayor que la que ahora padecen jóvenes, anarquistas y no anarquistas, encapuchados y no encapuchados, estudiantes y estudiosos) como el SME, se rindió a la moda de criminalizar a lo diferente. No entendemos cómo es que suscriben la moda en turno y deciden entrar al “aro” de las buenas conciencias y deslindarse de quienes no sólo los respeta(ba)n, también los admira(ba)n. ¿Es ese deslinde parte de los principios del nuevo partido político que construyen? ¿Es parte de la celebración de sus 100 años?

Hubiera sido más fácil hacer como ahora hacen en la Ciudad de México, y poner un letrero a la entrada que rezara “No se admiten encapuchados” y ya. No hubiéramos entrado nosotros, cierto, pero su lucha de ustedes se hubiera visto vivificada con todos los colores que son el color de la tierra en el Congreso Nacional Indígena, así como con la diversidad de resistencias y rebeldías que, aunque no tengan locales para hacer fiestas culturales, florecen en varios rincones de México y el mundo.

Como quiera, en nuestras limitadas posibilidades, seguiremos apoyando su justa lucha. Y, por supuesto, les mandamos la invitación para el Festival.

Elija la respuesta correcta:

“Viles encapuchados” (o equivalentes con los nuevos sinónimos: “anarquistas”, “infiltrados” “provocadores”, “estudiantes”, “jóvenes”). Esto lo dijo, lo tuiteó, lo declaró, lo firmó, lo cantó, lo pintó, lo dibujó, lo pensó…

a).- un o una articulista, intelectual, caricaturista, periodista, locutor de los medios conservadores de paga.
b).- una o un articulista, intelectual, caricaturista, periodista, locutor de los medios progresistas de paga.
c).- una o un artista conservador.
d).- un o una artista progresista.
e).- un general del ejército federal.
f).- un líder de la patronal.
g).- un líder sindical obrero de la vanguardia del proletariado revolucionario.
h).- un líder de un partido político alineado a la derecha.
i).- un líder de un partido político alineado más a la derecha.
j).- un líder de un partido político alineado… Ya, en resumen: un líder de un partido político cualquiera.
k).- Epi.
l).- Enrique Krauze.
m).- todos los anteriores.

Resultado: Cualquier letra que haya seleccionado es correcta. Si eligió la última opción, usted no sólo ha acertado, también ha hecho un monitoreo exhaustivo de redes sociales y medios de paga y libres. No sabemos si felicitarle o darle el pésame. Lo dicho: en los tiempos actuales, si no estás bien confundido es que no estás bien informado.

En el balcón de las redes sociales:

Un tuit modelo de la gente bien después de la marcha del 20 de noviembre del 2014 en la ciudad de México: “¿por qué la policía detuvo arbitrariamente a civiles en lugar de detener a los anarquistas?” Ojo: note usted no sólo que a los anarquistas está bien detenerlos arbitrariamente, también que no son “civiles”.

Un comentario de la gente bien frente a una foto de la policía del DF en modo “legusteaquienleguste” golpeando a una familia en los alrededores del zócalo del DF el 20 de noviembre del 2014: “Yo los conozco y ésos no son anarquistas“. Ojo: si nadie lo conoce o es anarquista, se merece esos golpes.

Un argumento de la gente bien al inicio del movimiento, o después, no importa: “De seguro esos ayotzinacos se lo buscaron, quién les manda andar de anarquistas“. Ojo: sin comentarios.

El Diálogo Imposible:

“¿Cómo que no entiendes cómo está eso de encapuchados igual a anarquistas igual a infiltrados? Mira, esa gente no quiere hacer política, sólo quiere hacer desorden. Eso quiere decir anarquismo: desorden. Lo de cubrirse el rostro es por cobardía. Y lo de infiltrados es porque sirven al gobierno. ¿Qué? Sí también están encapuchados los zapatistas y estaban encapuchados quienes se enfrentaron a Ulises Ruiz en Oaxaca, y algunos de los que ahora se movilizan en Guerrero y Oaxaca. Ah, pero ésos no están aquí, en nuestra ciudad (el “nuestra” ha sido remarcado con una mirada de advertencia). Los zapatistas, los oaxaquitas y los de guerrero, bueno, pues son inditos de buen corazón. Claro, sin dirección política clara. Y están lejos, se les puede mandar ayuda humanitaria, que es como nosotros llamamos a deshacernos de lo que ya no sirve o se ha vuelto inútil, o peor aún, pasado de moda. Pero estos pinches anarquistas están aquí, toman nuestras calles (se repite la mirada amenazante en el “nuestras”) y, ¿cómo te diré?, pues arruinan el paisaje. Un@ aquí esforzándose por hacer un buen happening muy en la onda retro, los sixties, ¿me entiendes?, muy de amor y paz, de era acuario, flores, canciones, drogas blandas, smartdrinks, buena vibra pues. Mira, tengo una aplicación en mi fon que despide luces con tonalidades acordes a lo que me meto. ¿Eh? No, yo no marcho en un contingente, yo camino por el camellón, me subo a… No, no es para ver mejor la marcha, es para que las masas me vean mejor. Mira chavo, chava o lo que seas, las manifestaciones aquí deben ser como ir al club, ¿me entiendes? Se trata no de protestar sino de vernos entre nosotros, saludarnos, y al día siguiente confirmar que somos los que somos, no en la sección de sociales, sino en la de nacionales. Además, esto de Ayotzi… No, ya nadie dice Ayotzinapa, es más cool decir “Ayotzi”. Bueno, pues te decía que Ayotzi tiene repercusión internacional o sea que nos da un aire muy cosmopolita. Qué socialités ni qué nada, eso es para las derechas. Nosotros, las izquierdas modernas, nos damos a conocer en estos eventos. En la próxima, si esos nacos no se reiteran, estamos viendo de traer a Mijares. Sí, para que nos cante ésa de “soldado del amor”. Y para estar a tono que venga también Arjona y se aviente con ésa de “soldado raso”. Sí, se va a ver súper todos marchando al ritmo, tomados de la mano con los guardias presidenciales y los policías. Tal vez mejor de noche y sacamos los encendedores y movemos los brazos al compás de “soldado del amor, en esta guerra entre tú y yo…” y con Arjona “voy marcando el paso, mientras sobrevivo. No tengo coraje, me ganó el olvido”. Sí, ya estamos viendo de que, en la próxima, Eugenio Derbez sea el orador principal. ¡Será genial! ¡Infiltraremos a Televisa y la pondremos de nuestro lado! ¿Eh? No, ya no vamos a pedir que renuncie Peña… Pues porque ya se pasó la fecha, ahora tenemos que prepararnos para el 2018. ¿Eh? Qué importan las demandas originales de los de allá. Cierto, pobrecitos, pero por eso mismo deben aceptar la dirección de los que saben, o sea de nosotros. Mira, lo que este país necesita no es una revolución, sino un buen “feat” masivo o sea nosotros en el papel principal y único, y la plebe en los coros o de tramoyistas, sí, la historia que vale la pena es una “selfie” con nosotros en primer plano y las masas atrás y abajo, embelesadas, aclamándonos, y… sí, ya tengo las palabras que voy a decir cuando me supliquen que suba al templete… ¡Ey! ¡Espera! ¿Por qué te niegas al diálogo? ¡Pinche anarco! ¡Y mejor ponte una capucha porque desde lejos se te nota lo naco! ¡Ah, por eso este país no avanza! Pero ya le tomé la foto, ahora la subo a mi feis para que anoten a otro infiltrado, ¿o era infiltrada? Bueno, no me fijé bien, y es que vestía muy de hueva, muy de cliché. Me dueles México…”

Otras líneas de investigación:

1.- Las tres palabras que les valieron, a Abarca estar bajo protección en el penal del Altiplano, y el arraigo a su dama de hierro región 4, ambos fuera del alcance de los medios: “fueron los federales“. Después de eso, ya no les preguntaron más. No porque no quisieran saber, sino porque ya sabían.

2.- Ahora que allá arriba sí están contemplando seriamente la posibilidad del “relevo” en Los Pinos (de ahí la súbita elocuencia de los titulares de marina y sedena, y los caóticos deslindes del poder mediático), quienes pedían hasta antes del 1 de diciembre la renuncia de Peña Nieto, ¿ahora van a sacar un documento que se llame “La Defensa de las Instituciones y el Rechazo a la Renuncia Presidencial. Versión junio de 1996, actualizada al 2014-2015″?

Señalar y delatar en serio:

1.- El análisis que adjudica la responsabilidad de la represión a las acciones directas violentas de grupos “anarquistas”, debería ser consecuente y, en el caso de México, también hacer responsable de la represión a quien develó el escándalo de la llamada “casa blanca” provocando el enojo de la pareja presidencial (aunque luego compensó asumiendo las funciones de Ministerio Público). Pero no, el reparto de culpas también es de clase. Y corresponde a los bien portados enarbolar la campaña de criminalización de los jóvenes pobres (según la secuencia de equivalencias: infiltrado = encapuchado = anarquista = joven = pobre), que es la misma que, en su tiempo, echó a andar la larga pesadilla ahora llamada “Ayotzinapa”.

2.- Según lo último que vemos, leemos y escuchamos, los infiltrados comprobados no se cubren el rostro. Infiltrados por el gobierno de la Ciudad de México (“la izquierda institucional como alternativa”) y sus empleados, han sido filmados agrediendo a manifestantes, haciendo detenciones arbitrarias y “sembrando” capuchas en los agredidos.

Ahora bien, siguiendo el método de análisis aconsejado por la histeria y la lógica impecable de los policías del pensamiento y el buen vestir, es de esperar que todas las personas que no marchen encapuchadas son potenciales “infiltrados” y deben ser señaladas, detenidas y puestas a disposición de la autoridad “para que dejen a los encapuchados manifestarse por sus demandas”. Así que ahora, cuando en las marchas vean a alguien no encapuchado, deberían señalarlo y expulsarlo al son del estribillo “no a la violencia, no a la violencia”.

3.- Un poco de memoria: ¿No son quienes ahora critican las acciones “violentas” contra el patrimonio “histórico”, comercial y financiero en las manifestaciones por Ayotzinapa en el DF, los mismos que bloquearon bancos, centros comerciales, se plantaron “históricamente” en Reforma en 2006, y hostigaron a las empleadas del uniforme naranja por ser “cómplices” del fraude electoral del 2012? Ah sí, es que es más grave un fraude electoral que 43 indígenas desaparecidos y decenas de miles de personas en la misma situación.

4.- El clamor de la histérica campaña ha tenido eco y cosecha sus primeros triunfos: unos vivales son detenidos en una caseta, lejos de la marcha, mientras recolectaban apoyo en beneficio propio; son amarrados y exhibidos triunfalmente en la “toma de la ciudad de México” el 6 de diciembre del 2014. Luego, por la magia de los medios, se convierten en “infiltrados” en la marcha, y se señala que hay entre ellos al menos un policía y un militar. Del supuesto policía, nada. El supuesto militar: tiene 17 años y “confesó” que en un mes entraría al ejército. Nadie se molestó en recordar que todos los jóvenes mexicanos, al cumplir 18 años, deben cumplir con el Servicio Militar Nacional. Como quiera, la acción fue aplaudida. Se espera que la histeria como método de análisis y guía para la acción llegará a su tope cuando haya un linchamiento. Entonces tod@s voltearán hacia otro lado.

El temido desenlace en 6 tiempos de una renuncia (complete los nombres):

1.- Un partido en crisis terminal. Card_ renuncia al partido: “seguiré como un ciudadano más“, declara.

2.- Ante la crisis de la política partidaria, empieza a ser alentada la “opción ciudadana”. En la prensa y círculos progres se empieza a hablar del surgimiento del “Card_ísmo social”.

3.- Crece el movimiento y se emplaza a todos a la unidad incondicional en torno al “ciudadano” Card_.

4.- Lop_ se niega.

5.- Nuevo fraude electoral. Una gran concentración en el zócalo capitalino. Entre los manifestantes se pueden apreciar algunas cartulinas que reproducen las últimas caricaturas de los moneros progres: “Los de Ayotzinapa son un invento de Salinas” es el común denominador. En su turno en el templete, Ele_ menciona a Lop_. Gran abucheo y silbidos de las masas. Al otro día Ele_ aclara que mencionó a Lop_ sin malicia y que, en lo personal, le tiene gran aprecio.

6.- Después del plantón de rigor, Card_ anuncia que hay que seguir en la lucha… creando un nuevo partido para contender en las próximas elecciones. No, si gana, ya no irían Epi a comunicación social, ni el tonto del desfiladero a vocero presidencial. ¿O sí? Gulp.

La historia que no cuenta para los happenings progresistas:

Sí, hay quien recuerda que el 6 de diciembre de este año se cumplieron 100 de la entrada de los ejércitos villistas y zapatistas a la Ciudad de México. Nosotros, en cambio, recordamos el zapatista gesto negativo y de desprecio frente a la silla presidencial: “cuando alguien bueno se sienta ahí, se hace malo; cuando es malo, se hace peor“, dicen que dijo el jefe del Ejército Libertador del Sur. Y si no lo dijo, seguro lo pensó.

Consejos no pedidos y que, por supuesto, nadie va a seguir:

1.- Basta de buscar su Sinsajo. Dejen el tren de la desilusión, ahí la próxima estación es “apatía y cinismo”. Su destino final: “la derrota”.

2.- No se claven en los trending topic o como se diga. Lo mismo en tuits de gente “famosa”, “líderes de opinión” o gente supuestamente “inteligente”. Busquen los tuits de la gente común. Encontrarán ahí verdaderas joyas literarias en miniatura y pensamientos de ésos que valen la pena, es decir, los que obligan a pensar. Ahí no hay tuit pequeño.

Los trending topic (los “temas del momento”) sólo sirven como espejo deformado y son tan ridículos como un salón de masturbación masiva: al final terminan todos insatisfechos y batidos. Y llega un momento en que los tuits son como diálogo de película porno: “¡oh! ¡sí, sí, así, no pares!“. ¿O es un gran mérito ganarle al hashtag ‪#‎WeLoveYourNewHairJustin o al de ‪#‎Sammy?

3.- Valorar a una persona por el número de seguidores y no por sus pensamientos y acciones es ocioso e inútil.

Si la mierda tuviera feisbuc, tendría “likes” (y “licks“) de cientos de miles de millones de moscas.

4.- En defensa de las redes sociales, o más bien en defensa del uso de las redes sociales, pensamos que son también una compartición si se elige a dónde dirigir la mirada y el oído.

Hay grandes escritoras y escritores, pensadoras y pensadores, analistas y critíc@s, luchador@ sociales que no aparecen ni aparecerán en los grandes medios de comunicación de paga. Y much@s de ell@s no porque no l@s “descubran”, sino porque han elegido otro canal para expresarse. Esto no sólo hay que saludarlo, también alimentarlo.

5.- Pero, por grandes que sean las posibilidades de las redes sociales, también lo son sus limitaciones. Además de lo obvio, es decir, de que no se pueden tuitear silencios y miradas, aunque es gigantesco el universo de su quehacer, sigue siendo más grande el universo que queda excluido.

Las redes sociales no sirven para suplantar la comunicación básica (mirar, hablar, escuchar, tocar, oler, gustar), sino para potenciarla.

“Si no está en tuiter no existe”, remeda la caduca sentencia “si no está en los medios no existe”.

Aunque no lo crean, hay muchos mundos afuera del espacio cibernético. Y vale la pena asomarse a ellos.

Ahí nos estamos vimos viendo:

Sí, ya sabemos que somos incómod@s para unos y otros. Para unos somos radicales, para otros somos reformistas.

Tod@s, arriba y abajo, tendrán que tragarse esto:

Acá abajo, cada vez somos más
quienes nos empeñamos en luchar
sin suplicar perdón por ser lo que somos
y sin pedir permiso para serlo.

Sale.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés.


México, 12 de Diciembre del 2014. En el año 20 del inicio de la guerra contra el olvido.


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