De acuerdo con Reforma, de los 13 integrantes de la comisión que avaló la iniciativa de ley, sólo uno, Manuel Bartlett, votó en contra.
Con la reforma política del DF las Delegaciones se convertirían en municipios con cabildos electos por voto libre y secreto, y los cuales les tendrían que aprobar el presupuesto.
Para crear la Constitución del DF se llamaría a una elección extraordinaria en 2016 en la cual se eligiría a una asamblea constituyente.
Con la reforma -en teoría- el presidente perdería la facultad para ratificar a algunos servidores públicos del DF, como el Secretario de Seguridad Pública y el Procurador de Justicia del DF.
Sin embargo, la Ciudad de México seguiría dependiendo del Congreso de la Unión para la aprobación del techo de endeudamiento, contrario a lo que ocurre en los demás estados, en los cuales es el congreso local el cual aprueba el endeudamiento de la entidad.
La reforma política del DF ha sido buscada por el gobierno de la Ciudad de México por lo menos desde el sexenio anterior.
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